“Como si fuera mi hijo”: familias cordobesas abren los brazos a los niños saharauis

La alegría de ver a quién quieres. Que está a miles de kilómetros y que solamente durante dos meses puedes disfrutar de su cariño. Y es que, un año más, la provincia de Córdoba se ha convertido en el hogar temporal de casi 150 niños saharauis que han llegado este sábado dentro del programa 'Vacaciones en Paz', una iniciativa con más de tres décadas de vida que fomenta la acogida de menores por parte de familias españolas. La llegada al albergue de Cerro Muriano, prevista para el 5 de julio entre las 10:00 y las 10:30, fue un momento de gran emoción, con las familias de acogida corriendo al encuentro de los menores que bajaban de los autobuses.

Tras su llegada al albergue, los niños pasaron por una revisión oftalmológica, bucodental y auditiva antes de ser entregados a sus familias de acogida a partir de las 12:00. Permanecerán en Córdoba y en varios pueblos de la provincia hasta el próximo 2 de septiembre, es decir, un verano lleno de calor, alegría y, sobre todo, concordia entre los menores y los cordobeses.

Entre las familias que esperaban ansiosamente la llegada de los pequeños se encuentra Felisa, quien compartía su entusiasmo por la niña que acogerán durante dos meses. “Muy contentos de tener a la niña, porque tenemos unas ganas de ver qué niña es”, expresó Felisa, añadiendo que la alegría es inmensa y que “hasta la abuela está que no cabe”, reflejando el entusiasmo generalizado en su hogar.

Otra familia, la de Encarni, ya tiene una trayectoria consolidada en el programa. Este verano acogen a un niño y una niña, dos hermanos. Para Encarni, esta es su tercera vez con la niña y la segunda con su hermano, una experiencia que ha permitido que “se hayan estrechado unos lazos que ya son para toda la vida”. Ella describe la relación como si “ya fuésemos una familia” y confirma que suelen mantener comunicación con los niños “durante el año”. La emoción antes de la llegada era palpable: “Hombre, contentísimos. Deseando verlo ahí”, y reconocía que estaban “con los nervios”.

Mercedes, por su parte, vive su segunda experiencia en el programa 'Vacaciones en Paz', acogiendo a un niño. Para ella, esta iniciativa genera un vínculo tan profundo “que es como si fuese una familia ya”, e incluso lo equipara a “como si fuera mi hijo”. La comunicación con el menor se mantiene durante todo el año, lo que solidifica el lazo. Mercedes relató la emoción del propio niño, quien tenía “muchas ganas de venir a ver a su hermano, a su mamá de España, a su papá de España”, un sentimiento mutuo, ya que ellos estaban “deseando ya” su llegada.

Por tanto, un reencuentro que deja claro que nada es fachada. Los niños corrían prácticamente llorando a los brazos de su familia cordobesa. Por su parte, los adultos trataban de contener las lágrimas, pero es cierto que no podían mostrar esa entereza una vez que el abrazo se consumaba. Será únicamente durante dos meses, pero es cierto que es una de las mejores épocas del año para unos y otros.