Los Patios devuelven a Córdoba su autoestima turística: “Estamos en valores prepandemia”
El mapa en una mano, la botella de agua en otra, sombrero o gorra sobre la cabeza, gafa de sol, la gota de sudor recorriendo por la espalda y la paciencia entre el agotamiento y el síndrome de Stendhal. Los Patios de Córdoba han vuelto este año a recuperar ese espíritu de fiesta masiva que inunda la ciudad de turistas, que llena los bares de comensales, y forma largas colas que duran más de lo soportable, especialmente en la zona del Alcázar Viejo.
También colas que atiborran los alrededores de El Arenal de autocares. La imagen de hileras e hileras de vehículos de excursionistas que han estacionado estos días en la zona eran un buen indicativo de que los Patios volvían a recuperar la normalidad, a excepción sea del uso opcional u obligatorio en según que patio de la mascarilla, y que servía de recordatorio de estos dos años en los que esta fiesta, Patrimonio Inmaterial de la Unesco justo hace diez años, ha sido una de las pocas que ha aguantado el pulso de la pandemia.
Así, los Patios que se celebraron de forma excepcional en el otoño de 2020 y en un formato más comedido en el año 2021, año del centenario del primer concurso, han recobrado en 2021 su esplendor populoso (porque la fiesta será siempre popular). Así, los dos últimos años, la belleza y el aroma de las flores, emblema del orgullo cordobés, hacían más llevadera la ausencia de la masa. Este fin de semana, sin embargo, el ruido ha vuelto, para alegría de la gran mayoría.
“Es una sensación extraña. Da alegría ver cómo estaba la calle por la vida y la alegría que se crea y, al mismo tiempo, da pena porque piensas que sólo vivimos con el turismo. Esa dualidad es sorprendente”, reflexionaba Juana Pérez Girón, presidenta de la Asociación de Vecinos de La Axerquía y jurado del Concurso de Rejas y Balcones este año.
Pérez aclaraba que, al contrario de las Cruces de Mayo, los Patios no han dejado “quejas” en el buzón de entrada de la asociación. Y eso que la ciudad estaba “de bote en bote”, según la presidenta de los vecinos de una zona que tiene menos patios que el Alcázar Viejo. Más próxima al kilómetro cero de la masa está Lourdes Martínez, presidenta de la Asociación La Medina (que representa a la zona que rodea la Mezquita-Catedral) y que señalaba que las imágenes de este fin de semana eran “una muestra de que podemos volver a la vida de siempre”.
“Ha habido una facturación tremenda en los restaurantes y comercios de la zona y una masificación de gente bestial. Pero, sorprendentemente, sin sufrimiento. Los que vivimos aquí no lo hemos sufrido, entre comillas, sólo nos ha afectado el poder acceder a nuestras viviendas con los vehículos con normalidad. Pero los vecinos no han protestado mucho”, afirmaba Martínez, que apuntaba, eso sí, la necesidad de darle una vuelta a la fiesta para evitar “la masificación y las colas”.
Facturación similar a 2019, aunque menos beneficios
En los bares y restaurantes del centro y el Casco Histórico, llenazo. Sin paliativos. Francisco de la Torre, presidente de Hostecor, celebraba que la facturación de este año se aproximaba a los datos de 2019. Pero con una diferencia: “La cuenta de resultados es menor que entonces por la subida del IPC, por la inflación y porque no se han subido los precios, a pesar de que los proveedores sí nos los han subido a nosotros, especialmente la luz”, explicaba De la Torre a este periódico.
El presidente de Hostecor destacaba también que el turismo se ha concentrado de manera “excesiva” en el centro y el Casco Histórico, con lo que la facturación no habrá sido tan brillante en los barrios que se alejan de estas zonas. También ha recordado que ha visitado la ciudad este fin de semana el chef José Andrés, lo que demuestra “la importancia que tiene Córdoba como destino gastronómico”.
Eso, explica, a pesar de que “el Ayuntamiento lleva dos años sin promocionar con grandes campañas a Córdoba como destino a nivel nacional”. “El mes de mayo se vende solo. Ese trabajo ya está hecho. Lo que hay es que ponerse las pilas y trabajar desde ya para que Córdoba sea atractiva todo el año y desestacionalizar la demanda”, señala el empresario.
Un 85% de ocupación, según Aehcor
En los hoteles y apartamentos, hay alegría, pero con matices. Félix Serrano, presidente de la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Córdoba (Aehcor) venía advirtiendo de que una gran parte de los turistas que están pasando por la ciudad no pernoctan en ella como lo hacían antes de la Covid (cuando se estaba mejorando la estancia media, gran asignatura pendiente del turismo en la ciudad).
Según sus datos, este fin de semana ratifica esta tendencia, ya que ha habido un 85% de ocupación el sábado en los hoteles, apartamentos y viviendas turísticas asociadas a Aehcor. “Son 15 puntos menos que en 2019 o 2018”, advierte Serrano, que señala que “no ha funcionado la reserva de última hora este fin de semana” y que mucha de la gente que esperaba pacientemente su cola para entrar en los Patios eran excursionistas.
Lo positivo para Aehcor es que, aunque se siga por debajo del nivel prepandemia, ya se empieza a mover el turismo internacional. Sigue lejos del nacional, que aporta el 80% de los viajeros que visitan Córdoba, cuyos Patios han tenido que competir este fin de semana con la Feria de Abril de Sevilla. ¿Ha afectado esta circunstancia? Serrano no lo cree. “Córdoba tiene suficiente atractivo para que la Feria de Sevilla no le reste turismo, pero, la realidad es que el mes de mayo está en torno al 75% de ocupación. La cosa sigue por debajo un 15 o 20% de las cifras prepandemia”, afirma.
El calor se invitó a la fiesta
Precisamente desde Sevilla a Córdoba viajaron el sábado Rafa y su pareja. Su idea era visitar los Patios aprovechando que él tenía que poner música en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), donde hubo una fiesta que concentró a más de un millar de personas. A su llegada al Alcázar Viejo se encontraron con que las colas y el calor (por encima de los 30 ºC) complicaban mucho las visitas, por lo que optaron por centrarse en visitar la Mezquita-Catedral y volver en otra ocasión para los Patios.
Lourdes Martínez, de La Medina, reconocía que las colas han vuelto a poner en un brete el disfrute de la fiesta. Tres años después, sigue sin darse con una clave que facilite la fluidez y mejoren las condiciones de visitas. Algunos turistas, como Miguel, que viajó desde Madrid con dos amigas a pasar el fin de semana en Córdoba, apuestan por que los Patios abran todo el mes de mayo, en vez de las dos semanas del concurso.
Martínez, por su parte, cree que los touroperadores deberían plantear las rutas de forma que no se masifique siempre la zona del Alcázar Viejo. Cree que no se está potenciando lo suficiente la zona de San Lorenzo, Realejo o Santa Marina, de manera que las excursiones acaban todas en la zona junto a la Mezquita-Catedral. “Sobre todo las personas mayores, porque les cuesta andar mucho y se quedan al final todas por la misma zona”, afirma.
En cualquier caso, Martínez, como el resto de personas encuestadas, coinciden en situar a los Patios como una especie de emblema cordobés. “Es una fiesta popular, es un momento de orgullo para todos”, afirma la presidenta de La Medina.
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