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La 'otoñada' que ha salvado a la ganadería y que aún no se tiene que notar en los embalses

Ganado bovino pastando en una dehesa.

Alfonso Alba

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Los ganaderos de la provincia de Córdoba, especialmente los de la zona norte, respiran tranquilos. Las lluvias de este mes de octubre han transformado un panorama que se presentaba negro en otro más esperanzador. Las precipitaciones han dado paso a la conocida como otoñada, la prevista en esta época del año por la que se renuevan unos pastos que estaban secos y agotados, y que llevaban a los ganaderos a comprar piensos, y a disparar sus costes de producción, en un momento de una crisis económica sistémica que amenazaba incluso con obligar a un cierre masivo de explotaciones.

El propio presidente de la organización agraria Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha afirmado este viernes que la lluvia caída en los últimos días es “absolutamente beneficiosa para el campo, y se está viendo acompañada por el cambio de las temperaturas, lo cual también es óptimo para las producciones”. Fernández de Mesa ha informado que la lluvia “ha venido especialmente bien para la ganadería, un sector afectado gravemente por la sequía, porque las charcas comienzan a llenarse, empieza a crecer la hierba y posibilita que las encinas se fortalezcan y mejoren las bellotas”.

Las lluvias hacen, por tanto, que los ganaderos abandonen el pienso, las reses se fortalezcan con pasto fresco y se vayan recuperando también los acuíferos. La zona norte tenía los recursos hídricos prácticamente agotados. Y en muchos casos eran suministrados a través de camiones cisterna procedentes de la red general, donde el agua potable sigue brillando por su ausencia.

Las precipitaciones han sido generosas especialmente en las dos últimas semanas en la zona norte. Tanto que en zonas como Cardeña se han llegado a superar ampliamente los 100 litros y en casi todo el tercio norte se han recogido acumulados por encima de los 80 litros. Las precipitaciones han ido menguando de norte a sur. De hecho, según los datos de la propia Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en el norte estas lluvias ya entran dentro de lo normal para esta altura del otoño mientras que en el sur en algunos casos suponen el 75% de lo que debería haber llovido hasta la fecha.

Es por eso por lo que de momento las lluvias apenas se van a notar en los embalses de la provincia. Córdoba dispone de los embalses con más capacidad de todo el sur de España, que en estos momentos están, de media, al 15%. Su llenado necesita del popular “que corran los arroyos”. Las escorrentías aún no se han producido al llover sobre una tierra que estaba exhausta tras un verano muy caluroso y años de sequía. Los acuíferos aún no están llenos y, por tanto, los manantiales no brotan con fuerza. Aún harían falta otros 100 litros más para que los embalses comiencen a llenarse.

De momento, este viernes la reserva de agua en los embalses había aumentado en unos 14 hectómetros cúbicos de agua. Actualmente, en los embalses de la provincia hay 481 hectómetros cúbicos de agua, sobre una capacidad total de 3.320 hectómetros. Es decir, se trata de una cantidad que de momento es irrisoria.

Daños por Bernard en la provincia

Sin embargo, desde la patronal agraria informan que hay que “lamentar los destrozos ocasionados por la borrasca Bernard el pasado domingo, con una caída importante de aceitunas y naranjas al suelo, así como de la bellota”, junto a la “rotura de ramas y caída de árboles o grandes daños ocasionados en las naves de algunas explotaciones”.

Por ejemplo, en los términos municipales de El Carpio, Cañete de las Torres o Valenzuela “se ha registrado también la caída de plantaciones nuevas y daños en olivares”. Igualmente, en la parte de Hornachuelos, Palma del Río, Posadas, La Carlota o Córdoba capital “se volaron tejados, chapas de las casetas de riego o placas solares, con importantes pérdidas también de aceitunas y naranjas”.

A pesar del beneficio de estas lluvias, “es muy necesario que las mismas continúen”, concluyendo Fernández de Mesa, en relación a los embalses, que estos “aún han cogido muy poca agua y es imprescindible que llueva mucho más en las próximas semanas para que acumulen agua suficiente para garantizar los regadíos de la próxima campaña”.

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