Rajoy: “Está la extrema izquierda y la extrema derecha, y ambas son extrema estupidez”
Con un discurso más propio de un monologuista en parte de su comparecencia que de un expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha presentado su nuevo libro El arte de gobernar en un ambiente distendido, más allá de ese tono formal que tienen siempre los dirigentes políticos. El gallego ha usado el Real Círculo de la Amistad de Córdoba para dar a conocer su obra, que está editada por la editorial cordobesa Almuzara. Es por ello que la parada en esta ciudad era obligada, y así lo demostró un político que ha aprovechado su discurso para contar anécdotas personales, así como repasar los grandes debates actuales.
De hecho, Rajoy ha evitado nombres propios, pero cada afirmación apuntaba directamente al Gobierno de Pedro Sánchez. Tanto es así y viéndose cómodo con el público cordobés, el expresidente del Gobierno ha abierto su discurso recordando sus primeros actos políticos en la provincia en los años ochenta, y enlazó esa experiencia con la situación política española: “En aquel entonces había una enorme responsabilidad institucional. Hoy, en cambio, algunos creen que la democracia es simplemente ir a votar”.
Advertencias sobre la calidad democrática
El gallego ha definido la democracia como “el único sistema que garantiza pluralismo, libertad, separación de poderes y respeto a la ley”, y ha insistido en que esos pilares “no pueden ponerse en cuestión por conveniencia política”. En un mensaje dirigido al contexto actual, ha asegurado que “hay gobiernos que confunden gobernar con mandar”, y que la independencia del poder judicial “se está erosionando con una irresponsabilidad pasmosa”.
“Cuestionar sistemáticamente a los jueces”, dijo, “hace retroceder la democracia”. Sus palabras llegan tras la condena al Fiscal General del Estado, un conflicto que para Rajoy evidencia “la distinta consideración que algunos tienen de las instituciones cuando están en el poder y cuando no”.
El Parlamento, los Presupuestos y la tensión institucional
El expresidente ha dedicado un capítulo completo de su libro -y también de su discurso- al debilitamiento del Parlamento. El gallego ha asegurado que la Cámara Baja “vive sometida a los designios del Gobierno como no se había visto en décadas” y ha denunciado que las responsabilidades constitucionales “no son una carta a los Reyes Magos”.
Una de las críticas más contundentes ha llegado al hablar de la obligación de presentar Presupuestos. “En cualquier democracia avanzada, cuando un gobierno no puede aprobar las cuentas, se va y convoca elecciones. Aquí se pretende que eso no tenga importancia”, afirmó, en clara alusión a las dificultades del Ejecutivo actual para pactar nuevos presupuestos.
Rajoy también ha abordado la actualidad económica comparándola con la etapa en la que su Gobierno afrontó la crisis financiera. Ha recordado que en 2012 tuvo que “subir impuestos, bajar gastos y nacionalizar parte del sistema financiero”, decisiones que ha calificado de “terribles pero inevitables”. Frente a ello, ha señalado que “la demagogia económica se ha puesto de moda” y ha lamentado que “algunos crean que la riqueza es solo repartir lo que no existe”. También ha defendido la necesidad de políticas que creen empleo de calidad y ha alertado de que el Estado “nunca ha sido buen empresario”.
El expresidente del Gobierno ha sostenido que el populismo es uno de los mayores riesgos para las democracias occidentales. “Está la extrema izquierda y la extrema derecha, y ambas son extrema estupidez”. Sin mencionar siglas, ha advertido contra los líderes “que prometen lo imposible, incumplen lo que prometen y cuando se les acaba el discurso buscan un enemigo al que culpar”.
Sobre las redes sociales, ha mostrado una preocupación notable. El gallego ha recordado que ya fueron “instrumentos de intoxicación” durante el proceso independentista de 2017 y ha reclamado que se sometan a una regulación similar a la que se aplicó en su día a los medios analógicos. “No podemos permitir que un energúmeno tenga más impacto que un Premio Nobel”.
Lenguaje inclusivo y debates identitarios: “Hágale caso a la RAE”
Por otro lado, Rajoy ha ironizado sobre los debates lingüísticos y ha recomendado “seguir a la RAE para evitar el ridículo”.
Una de las partes más personales del acto ha llegado cuando ha desgranado su capítulo sobre los aspectos humanos de la política. Rajoy ha defendido que “el gobernante debe unir, no dividir”, y que la política necesita “menos doctrinarios y más personas que conozcan la realidad”.
Citando su propia experiencia, ha afirmado que se requiere “más fuerza de voluntad para ser flexible que para aferrarse a prejuicios ideológicos”. También ha aconsejado a los jóvenes políticos evitar el odio, desconfiar de los “profetas del pasado” y no dejarse arrastrar a debates broncos. “Quien pretende llevarte al barro es siempre quien está acostumbrado a revolcarse en él”.
El libro presentado por Rajoy -compuesto por 17 capítulos que abordan desde la Constitución hasta la digitalización, pasando por la inmigración o la economía global- pretende ser, según dijo, “claro, accesible y útil”. Ha asegurado, por último, que no es un tratado académico, sino una reflexión práctica sobre los retos que afrontan las democracias contemporáneas.
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