Las lámparas de Juan Cuenca siguen guardadas mientras el Ayuntamiento dilata la reforma de La Corredera

Más de tres años después de que fueran retiradas sin comunicación previa, las lámparas diseñadas por el arquitecto Juan Cuenca (Equipo 57) para los arcos de la Plaza de la Corredera de Córdoba siguen durmiendo el sueño de los justos en un almacén del Ayuntamiento de Córdoba. Y no parece que vayan a volver a su ubicación en un futuro próximo.

Y es que, según informan fuentes municipales, la reposición del más de medio centenar de farolas va dentro del proyecto de rehabilitación integral de la plaza de La Corredera que aún no ha sido adjudicado. Las fuentes indican que el plan está en Contratación, si bien no se ha facilitado el proyecto, que se anunció como algo inminente en marzo del año pasado, en plena precampaña electoral.

Aquel día, los arquitectos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, entonces presidida por Salvador Fuentes -hoy al frente de la Diputación-, explicaron que el retraso en la tramitación del proyecto de rehabilitación de la plaza estaba precisamente en el complejo proceso de adaptación de las luminarias de Juan Cuenca para que adopten un sistema más moderno, eficaz y sostenible“.

En este ámbito, se detalló que aquellas lámparas fueron un diseño único del prestigioso arquitecto, pero muy complejo a la hora de adaptarlo a los lúmenes de una iluminación sostenible. De hecho, las empresas sondeadas entonces no ofrecía la sustitución de la iluminación a lo largo del tiempo, lo que va contra el protocolo de contratación de Urbanismo, lo cual ha complicado el proceso.

En cualquier caso, hace diez meses se dijo que se había dado con la fórmula y también con un taller que podía replicar las dos lámparas que se habían roto y no pueden ser reutilizadas.

La retirada

En el mes de octubre de 2021, 65 de las 77 lámparas que diseñó Juan Cuenca fueron retiradas de los soportales de La Corredera y sustituidas por unos focos Led. Lo curioso fue que el entonces concejal delegado de Infraestructuras, David Dorado, comentó que desconocía de dónde partía la orden de retirada de las pintorescas lámparas.

Días después se supo que fueron los técnicos de Alumbrado Público, ubicados en el organigrama de la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba, los que tomaron la decisión de retirar todas las farolas después de la caída de una de las luminarias. Era el cuarto desprendimiento, después de que ocurrieran tres incidentes similares entre los años 2009 y 2018.

La decisión de su retirada y sustitución fue polémica, entre otras cosas porque la plaza de La Corredera es un entorno protegido, por lo que, la instalación de cualquier elemento requiere un informe de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía que, en este caso, nunca existió.

De hecho, la decisión sentó muy mal a Cuenca, que así lo transmitió. “Me indigné, lógicamente, porque es un atentado y una falta de respeto. Y roza el delito, porque es un atentado contra el bien cultural”, dijo entonces, días antes de sentarse con Salvador Fuentes en la misma plaza y que este le transmitiera la versión del Ayuntamiento.

Las lámparas fueron un modelo único desarrollado por el arquitecto cuando acometió la restauración de la plaza, en el año 1991. De hecho, los faroles, junto al cubo y los bancos, son la única intervención contemporánea en este espacio, declarada Bien de Interés Cultural y, por tanto, de especial protección.

Como las obras de reforma en la plaza duraron una década, los faroles llevaban colgados 20 años en los arcos de La Corredera. Se trata de unas lámparas de diseño vanguardista, que, en su momento, fueron punto de algunas protestas por su imagen en esta plaza tradicional cuando se colocaron.