“He perdido un año”: un cambio de horario obliga a varios alumnos cordobeses a elegir entre estudiar o trabajar
Compaginar el trabajo con los estudios es difícil de por sí, más aún si tienes unas obligaciones que no se pueden posponer. Es por ello que las instituciones tratan de facilitar la vida a casos en específico, pero, a veces, hay gente que cae en el olvido. Maní Pedrero y Alfonso Gálvez han tenido que renunciar a la finalización del segundo curso del ciclo formativo superior de Telecomunicaciones que se imparte en el Instituto de Educación Secundaria (IES) La Fuensanta. ¿El motivo? Pues que solo cuatro alumnos han podido aprobar las asignaturas pertinentes y tanto la Delegación de Educación en Sevilla como en Córdoba han decidido prescindir del turno de tardes.
En un primer momento, el ciclo formativo de Telecomunicaciones tenía previsto que las clases del segundo curso se mantuvieran por la tarde, y así se le hizo saber a los alumnos a la hora de realizar la matrícula inicial. Gracias a esto, los interesados pudieron programar el resto de su vida en función de la decisión por parte de Educación. Sin embargo, y cinco días antes de volver a las clases, un profesor del IES La Fuensanta comunica a los estudiantes que las clases no continuarán por la tarde. La incredulidad de estos aumentó cuando, un día después y de manera oficial, fueron informados de esta decisión.
Maní Pedrero: el esfuerzo que no tendrá recompensa -de momento-
Por un lado, la vida de Maní Pedrero estaba totalmente adecuada a los estudios. Trabaja para una subcontrata de Endesa, se levanta todos los días muy temprano, come corriendo en su casa y se va al IES La Fuensanta para llegar nuevamente con su madre cerca de las 22:30. Una rutina que supone un esfuerzo tremendo para que, al menos, pueda estudiar un grado que le suponga una mejor calidad de vida en un futuro cercano. Sin embargo, esto ya no podrá ser así.
“Hemos estado haciendo escritos, en Sevilla nos han dicho que no se puede hacer nada. Estamos viendo a ver si se puede hacer algo. Ahora como estamos a principios de curso ya no nos podemos matricular nada. He perdido un año a lo tonto”, explica Maní a Cordópolis. Sin respuestas, sin alternativas. Solo que repitan curso o esperen a que esto se pueda solucionar de cara al año que viene, aunque tampoco le garantizan que esto vaya a cambiar.
Los afectados son cuatro alumnos, pero tan solo Maní y Alfonso son los realmente perjudicados al no tener la posibilidad de cambiar el turno en el trabajo. Maní, por su parte, ha expresado su frustración, sobre todo después de pasar el primer curso de manera “perfecta”. “Queríamos manifestarnos, pero no sabemos qué hacer. No hay alternativas, tampoco se puede hacer vía online. Es un poco triste porque era mi último año”.
Alfonso Gálvez: “Nos hemos quedado sin estudiar”
Asimismo, Alfonso Gálvez trabaja de mantenimiento en hospitales. Se encuentra en una bolsa que, de rechazar cualquier propuesta, le penalizaría en su futuro a corto plazo. Por tanto, no tiene la posibilidad de cambiar su turno y así poder asistir a las clases. Un jarro de agua fría que, como bien ha explicado Maní, llegó cinco días antes de empezar el curso. “La solución que nos han dado desde el instituto es que anulemos las matrículas. No podemos hacer otra cosa”.
El joven trabajador y estudiante ha subrayado que, gracias al trabajo de las Administraciones, se han quedado “sin poder estudiar”. “No puedo compaginar mi trabajo con los estudios” y pide a Delegación que, al menos, ofrezcan una “alternativa”. “Al menos que nos hubieran avisado con anterioridad sin problema. De la manera que nos lo han dicho, ya no podemos matricularnos en otro sitio”.
Por su parte, ambos estudiantes acudieron hace una semana a PTV Córdoba y a partir de ahí Delegación explicó que investigarían el caso, pero, sin embargo, no hay respuestas. “El instituto dijo que no podía hacer nada”, asevera.
La respuesta de la Administración
La Delegación justificó la decisión alegando que había sido tomada en Sevilla y que no podían hacer nada. En cuanto a gestión, Amelia, madre de Maní Pedrero, intentó presentar una reclamación ante la Junta, pero le explicaron que “tiene competencias únicamente Córdoba, ahí no se meten”, y que tampoco podían actuar con su hijo al ser este mayor de edad.
Los afectados han estado redactando escritos, aunque en Sevilla les han comunicado que no se puede hacer nada. Alfonso Gálvez lamentó que, en el tramo de tiempo que les dieron, no han podido hacer nada. El instituto, por su parte, hizo “todo lo posible”. Debido a la tardanza en la notificación, ya no pueden matricularse en ningún otro sitio, lo que para Maní Pedrero implica haber perdido un año. Pedrero aún mantenía la esperanza hasta el 15 de octubre, fecha en la que cierran las plazas. Pero, por el momento, no podrán hacer nada.
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