Floralia, una fiesta romana como alternativa vecinal y pagana a las Cruces
El antiguo colegio Luciana Centeno, en el barrio de San Agustín de Córdoba, viajará siglos atrás a final de este mes de abril para rememorar las fiestas en honor a la diosa Flora, las llamadas 'floralias'. Será una fiesta de convivencia, con sabor romano, rescatada como alternativa vecinal y pagana al fin de semana de las Cruces, los días 28 y 29 de abril.
La idea ha surgido de la asociación de vecinos Galea Vetus de San Agustín.“Buscando los orígenes de la fiesta de las Cruces y dando cabida a todas las sensibilidades, encontramos las floralias, para celebrar la primavera, con flores, desde un punto de vista más pagano, una celebración de convivencia entre vecinos”, explica a Cordópolis la presidenta de la asociación, Isadora Donnier.
“La idea pretende seguir favoreciendo las redes vecinales y los encuentros entre vecinas y vecinos para desarrollar la comunidad. Y crear espacios comunes de convivencia donde se pueda compartir la vida”, destaca. Y la vida, en este tiempo, es la primavera festiva de Córdoba.
Los vecinos, ataviados para ocasión como habitantes del imperio romano, decorarán con flores y plantas naturales el patio del colegio Luciana Centeno, adornarán el gran algarrobo que preside este espacio y organizarán un programa de actividades tomando como referencia las que se hacían en las floralias romanas.
El viernes 28 y el sábado 29 de abril, entre las 19:00 y las 24:00, la floralia del Luciana Centeno celebrará la exuberancia de la primavera, con juegos, competiciones, actuaciones teatrales o incluso algún recordatorio al lanzamiento de legumbres que se hacía en época romana como símbolo de la fertilidad de este periodo del año.
Porque las floralias eran “un himno a la vida, a la renovación” en la primavera. Se celebraban, precisamente, a finales del mes de abril y comienzos de mayo, y en la búsqueda del origen de esta fiesta, la asociación Galea Vetus rescata detalles de su celebración:
“Las Floralias (en latín Floralia), en la Antigua Roma, eran unas fiestas mantenidas en honor de la diosa Flora, comenzadas el 27 de abril, durante la época republicana o el 28 de abril en el calendario juliano. Durante ellas se celebraban los Ludi Florae o ”Juegos de Flora“ y que puede considerarse la precursora de las actuales celebraciones de las Cruces y los Patios. Las Floralias eran un himno a la vida, a la renovación, una fiesta acorde al espíritu epicúreo que asumió la sociedad romana en el último siglo de la República, y es que como nos indica Ovidio, Flora ”quiere que su culto sea accesible a la multitud plebeya y nos invita a gozar de la belleza de la edad, mientras esté en flor: tras la caída de las rosas, se desdeñan las espinas. Estas fiestas tuvieron un ambiente licencioso y de búsqueda de placer. A diferencia de los festivales basados en la religión arcaica de los patricios de Roma, los juegos de Flora tuvieron un carácter plebeyo. Los juegos de Flora fueron presentados por los ediles plebeyos y se abrían con actuaciones teatrales (ludi scaenici) y concluían con competiciones y espectáculos. Liebres y cabras (considerados animales especialmente fértiles y lascivos) eran liberados ceremonialmente como parte de estas y los asistentes recibían una lluvia de legumbres y plantas asociadas a la fertilidad (garbanzos, habas, guisantes, altramuces,...) y entre los regalos podía haber medallas y monedas con escenas eróticas grabadas en ellas. Era costumbre llevar prendas de varios colores, imitando la explosión de color de la naturaleza en primavera, y también se adornaban con coronas florales, guirnaldas y cintas de colores, resultando que estas fiestas han perdurado hasta la actualidad, a través de la fiesta de las Cruces de Mayo y los Patios de Córdoba, en las que las flores y el color son los protagonistas. El vino tenía que correr con cierta ligereza, deshinibiendo a sus participantes, en un ambiente festivo de bailes y bromas“.
La asociación vecinal pretende instaurar la celebración de su Floralia cada primavera, “dando contenido a la fiesta y que no todo sea beber y sevillanas en las Cruces”. El cartel que difunde la celebración de esta fiesta toma un detalle de cuadro “Flora meretrix” de Giuseppe Arcimboldo (1589), que representa a la Flora más libre de las dos que nos habla la mitología. Y la tipografía Cinzel remite a las letras esculpidas en los mármoles romanos.
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