Un coro gospel para unir a la sociedad con las personas sin hogar de Córdoba y romper prejuicios
Beatriz Rico es cordobesa, tiene 23 años y dentro de unos días cumplirá uno de sus sueños: ser directora de una organización musical. Realizar prácticas dentro de un curso que está estudiando le llevó a idear un proyecto en pro de la inclusión. Qué mejor que la música para derribar estereotipos y prejuicios. ¿Y si un coro gospel pudiera romper las barreras que han crecido entre la sociedad y las personas sin hogar en Córdoba?
Ella y la fundación Prolibertas, que también dirige este proyecto piloto, lo creen firmemente. La pandemia ha dejado en evidencia la mayor fragilidad que atraviesan las personas sin hogar, aquéllas a las que se les impuso un confinamiento domiciliario aún sin tener vivienda. Aquéllas que tienen que acudir diariamente a un comedor social para llenar el estómago. La otra cara de la moneda es la de aquellos usuarios, un número muy ínfimo, que olvidan las normas de conducta, dañando la imagen del resto de compañeros, creando un mayor rechazado en una sociedad tristemente polarizada.
Con el objetivo de romper con todo ello nace el coro gospel Libertad en el que participarán tanto voluntarios como usuarios de la Red Cohabita, integrada por Cáritas, Cruz Roja Española, Fundación Prolibertas, la Asociación de Encuentro y Acogida al Toxicómano, el Ayuntamiento de Córdoba y Hogar SÍ. La joven cordobesa, titulada superior en música por el Conservatorio, toca el oboe y durante cuatro años estuvo formándose en Barcelona. En la ciudad condal tuvo el primer contacto con un coro gospel muy variado “gracias al carácter tan cosmopolita que tiene la ciudad”. “Ahí supe que este tipo de música tiene mucha fuerza y personalidad y siempre para trabajar en el ámbito pedagógico”.
Tras acabar sus estudios en 2019 regresó a Córdoba. “Entre en crisis porque no sabía que hacer”. El futuro para los jóvenes se antoja incierto y así lo sienten. Decidió movilizarse y se apuntó a la Cámara de Comercio y recibió una notificación de la puesta en marcha de un curso de monitor o auxiliar de tiempo libre. “No concibo la educación sin animación”. Así que decidió apuntarse y, tras superar la parte teórica, se embarcó en qué prácticas desarrollar para implementar lo que había aprendido. Barajó opciones. Una visita durante el curso de personal voluntario le hizo decantarse por asociaciones.
Y llegó a la Fundación Prolibertas. Transmitió su idea a la organización y todo ha empezado a fluir. El director de la asociación, Eduardo García, asegura a CORDÓPOLIS que la idea les encantó “desde el primer momento porque es muy bonita”, aunque ello no significara en un primer momento que pudiera llevarse a cabo. Las dudas surgieron ante la dificultad de conseguir participantes, inquietud que se ha disipado ya que por el momento hay apuntados 22 usuarios de Prolibertas.
La asociación y Rico continúan perfilando el proyecto y afirman que el resultado musical del proyecto será lo de menos. “No importa que el concierto sea maravilloso, sino su parte inclusiva y el camino que vamos a recorrer. Tampoco sabemos si alguno de los participantes cantará bien pero, ¿y si lo consigo?”, se pregunta la joven entre risas. Está claro que la música de Aretha Franklin sonará en la Casa Libertad, donde el grupo ensayará, y otras partituras cedidas por un profesor a esta cordobesa que aúna juventud y mirada inclusiva.
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