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Todos los cordobeses del presidente

Juanma Moreno, en un acto de la Universidad de Córdoba

Alfonso Alba

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El PP logró el domingo una histórica mayoría absoluta en Andalucía. La victoria de Juanma Moreno puede tener una infinidad de explicaciones, pero se sostiene sobre todo en una campaña electoral (y en una larguísima precampaña) que han configurado una imagen del candidato que lo ha catapultado al mejor resultado de los populares jamás registrado en la región andaluza.

Pero junto a Juanma Moreno han cabalgado tres cordobeses, cada uno con diferente nivel de intensidad y exposición pública, pero igualmente importantes para sostener esta histórica victoria electoral. Tres figuras de la provincia que, a su manera, han sido importantes para el presidente y que él mismo no se ha olvidado de reconocer permanentemente, antes, durante y después de la campaña electoral.

El nombre más conocido es el de Jesús Aguirre. Juanma Moreno ha fraguado su figura gracias a la tremenda exposición pública de la pandemia. El presidente se colaba cada semana, casi cada día, en los hogares de los andaluces, con un mensaje muy diferente al de sus compañeros de partido en Madrid y también menos expuesto que el del Gobierno de España. Junto a él ha estado el consejero de Salud Jesús Aguirre, médico de familia en Córdoba. El lenguaje coloquial de Aguirre, el consejero de los “culillos”, le ha hecho famoso a nivel nacional. En todo momento, Aguirre ha ido de la mano del presidente.

La brutal exposición que ha sufrido el Gobierno ha sido inversamente proporcional al de las comunidades autónomas. De momento, no ha habido ni un presidente autonómico que haya perdido las elecciones en su territorio tras la gestión de la pandemia. Solo en Castilla y León el PP ha obtenido unos resultados más ajustados, pero en absoluto han abandonado el Gobierno. Tampoco en Andalucía, donde el trabajo del consejero Aguirre ha sido clave. Ahora mismo, no hay en toda España un consejero de Salud más conocido que el cordobés Jesús Aguirre, al que no solo ha ayudado su espontaneidad, sino lo que ha provocado, como los centenares de memes de Malacara o sus apariciones en programas de humor de todas las radios y televisiones de España.

Juanma Moreno ha apostado por Jesús Aguirre, al que eligió como número uno de la candidatura del PP por la provincia de Córdoba. Aguirre es de los pocos consejeros seguros del futuro gobierno autonómico de Moreno. Casi con total seguridad repetirá en Salud y Familias, donde continuará trabajando con su equipo, formado casi íntegramente por cordobeses.

Uno de los hombres más importantes del presidente, y cuyo trabajo ha sido más hacia dentro que hacia fuera, es el del cordobés Antonio Repullo. Juanma Moreno sorprendió a todo el PP andaluz cuando en el último congreso optó por Repullo como su número tres. El cordobés asumía el cargo orgánico de coordinador del PP de Andalucía, atesorando un enorme poder interno de la noche a la mañana.

Repullo ha sido delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba. Antes, fue abogado en ejercicio, aunque un destacado militante del PP cordobés, de los que se conoce a todos los cargos en todos los municipios desde que se afilió prácticamente. Repullo, además, ha ejercido un perfil político idéntico al de Juanma Moreno, moderado, sin decir una palabra más alta que otra, escuchando y entrando en la sede de la administración autonómica sin romper nada.

Desde que asumió el cargo de coordinador regional del PP se ha encargado de revisar territorio a territorio, municipio a municipio, dónde se podía dar la batalla, donde era conveniente apagar un conato de incendio, dónde se jugaba la hegemonía con el PSOE o dónde Vox podía restar más que sumar. Su trabajo ha consistido principalmente en engrasar la cadena del partido, en lograr que lo que se planeaba en la sede del PP andaluz de la calle San Fernando llegara alto y claro al último militante del lugar más recóndito de Andalucía, para que los populares actuasen con una sola voz.

Juanma Moreno ha situado a Repullo en la candidatura por Córdoba de número tres. Será parlamentario andaluz y no se descarta que algo más en el futuro gobierno que está por venir. Eso sí, tiene una enorme responsabilidad con el partido, ejerciendo como una especie de secretario de Organización.

El cordobés más desconocido del presidente es Aleix Sanmartín. Este consultor político proviene de una histórica familia socialista de Córdoba. Para el gran público, es un desconocido. Para la política nacional, uno de los consultores más nombrados en ocasiones, junto a Iván Redondo. Sanmartín ya estuvo en la campaña de Juanma Moreno de 2018. A él se le atribuyeron en parte unos resultados que en el fondo no eran buenos, ya que el PP obtuvo su peor resultado electoral en Andalucía desde los años ochenta. Pero el pacto con Ciudadanos y la suma con Vox convirtió a Juanma Moreno en presidente.

Tras ser protagonista de una tremenda polémica con el PSOE, que le acusó de juego sucio al tratar de fomentar la abstención con carteles y perfiles en redes vinculados a su entorno, Sanmartín ha estado en un discretísimo segundo plano durante los últimos años. Tanto, que muchos se preguntaban si Juanma Moreno había decidido prescindir de sus servicios. Pero el propio Sanmartín despejó todas las dudas en la madrugada de la noche electoral, cuando publicó en sus redes sociales varias fotografías en el aparato de mando del PP andaluz. Sanmartín, en las imágenes, aparece consultando su teléfono móvil junto a Juanma Moreno y Elías Bendodo, que le llega a abrazar.

Quienes conocen el trabajo interno y el funcionamiento de la maquinaria electoral popular aseguran que de todos los cordobeses del presidente el trabajo de Aleix Sanmartín ha sido uno de los más determinantes para diseñar el relato de Juanma Moreno como muro de contención de la ultraderecha en Andalucía, esa especie de mal menor para muchos votantes progresistas que este consultor político conoce a la perfección.

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