Córdoba vuelve a ser corte por un día y se postula como ciudad para celebrar cumbres mundiales
Entre febrero y abril de 1570, a causa de la rebelión de los moriscos en las Alpujarras, Felipe II trasladó la corte a Córdoba, para vigilar de cerca la guerra. Durante esos meses, incluso, convocó en la ciudad las cortes generales, se proyectó la Puerta del Puente y la ciudad vivió un breve esplendor económico, que se esfumó en cuanto el Rey se marchó. Fue la última vez en la que Córdoba vino a ser algo así como la capital de un imperio (en el que no se ponía el sol). Córdoba, antes Qurtuba y mucho antes Corduba, siempre fue una ciudad importante en la Península, con gran poder político. Ya durante el Imperio Romano tuvo su propio Senado y, por supuesto, fue la capital de un estado como Al Andalus. También en época cristiana fue brevemente sede de las cortes castellanas y hogar, momentáneo, de los Reyes Católicos.
Este lunes, en el antiguo Alcázar en el que se alojó Isabel la Católica (a escasos metros de la noria de la Albolafia que, cuenta la leyenda, se tuvo que desmontar porque molestaba el descanso de la monarca), el Rey Felipe VI ha sido el anfitrión de una cena que ha convertido a Córdoba en corte por apenas 24 horas. El monarca español ha oficiado una cena al Rey de Jordania, Abdulá, a los presidentes de Guinea Bissau, Ghana y Mauritania, y al líder de la Unión Africana. El motivo, el Proceso de Áqaba, una iniciativa del Rey de Jordania, que desarrolla una serie de reuniones internacionales que persiguen reforzar la cooperación militar y de seguridad, la coordinación y el intercambio de experiencia entre socios regionales e internacionales para combatir el terrorismo. Organizadas con un enfoque regional para cada ronda, las reuniones fomentan discusiones de expertos sobre desafíos de seguridad.
La presencia de dos reyes, tres presidentes, líderes internacionales, ministros, miembros de la Unión Africana, de la Unión Europea y hasta de la OTAN ponen a prueba la capacidad y el atractivo de una ciudad como Córdoba para la organización de cumbres internacionales. El Aeropuerto ha funcionado en la tarde de este jueves a pleno rendimiento. En Córdoba han aterrizado los dos reyes y los tres presidentes, junto a sus séquitos, asesores, escoltas y todo tipo de personal. El Alcázar ha acogido una cena al más alto nivel, rebajada posteriormente con un paseo, con visita incluida, a la Mezquita Catedral de Córdoba. Y los hoteles de cinco estrellas de la ciudad también han hospedado a todos los que este martes van a participar en una gran reunión en la sede de la Diputación de Córdoba, un encuentro con las puertas cerradas a cal y canto, pero al más alto nivel internacional.
El Alcázar de los Reyes Cristianos, y sus alrededores, estaban blindados por decenas de agentes de la Policía Nacional. El tráfico solo se ha cortado en la avenida del Alcázar, mientras llegaban los asistentes a la cena, y en Amador de los Ríos, para el paseo a pie. Había más agentes de la Policía que curiosos. La ausencia de las dos reinas, tanto Letizia como Rania de Jordania se han quedado en Madrid, despertó menos interés ciudadano que, no obstante, ha escuchado los aviones y jets privados aterrizar, y los convoyes escoltados circular por la ciudad de Córdoba.
El Rey Felipe VI, sin corbata, al igual que todas las autoridades que asistieron al encuentro, recibió a los invitados en el inmenso patio del Alcázar junto a la avenida. Al pie de los jardines, Felipe VI aguardó la llegada de Abdalá, primero, y de los presidentes africanos, después, que llegaron en un microbús especial y blindado. A la cena han asistido unas 60 personas, incluyendo al alcalde, al presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, y al ministro de Asuntos Exteriores. Aunque a Córdoba han llegado otras 200 personas más, que se han dirigido directamente al Parador de la Arruzafa. Este martes participarán en el encuentro previsto en la Diputación, en diferentes reuniones, también bilaterales, en la que se hablará de cooperación internacional y de seguridad frente al terrorismo. La cena en el Alcázar fue servida por Paco Morales, responsable de Noor, un restaurante con dos estrellas Michelín especializado en la comida andalusí.
El Rey de Jordania puso en marcha la iniciativa del Proceso de Aqaba en 2015 con el objetivo de impulsar la coordinación y el intercambio de experiencias e información para combatir el terrorismo y el extremismo entre actores regionales e internacionales.
Desde entonces, se han celebrado encuentros de este tipo tanto en Jordania como fuera del reino en países como Albania, Países Bajos, Nigeria, Estados Unidos o Singapur. En esta ocasión, según ha informado la Casa Real jordana, la reunión estará centrada en los países de África Occidental y el Sahel.
En este sentido, Abdalá II ha mostrado en la mañana de este lunes su deseo en que la cita permita “mantener discusiones fructíferas con amigos y socios sobre cómo podemos fortalecer la coordinación mundial en la lucha contra el terrorismo y el extremismo”.
Por su parte, Felipe VI ha considerado este foro como “un pilar fundamental de la lucha contra el terrorismo”. “España contribuye a esa lucha recordando siempre nuestra triste y dramática experiencia”, ha señalado, manifestando su rechazo a “esta lacra global del crimen organizado y del terror, que no conoce otra alternativa que la violencia y que se ensaña con nuestra región vecina del Sahel”.
Intensa agenda del Rey en Córdoba
Este martes, el Rey Felipe VI tiene una intensa agenda en Córdoba. La jornada arrancará con la sesión de la reunión del Proceso de Áqaba, que se celebrará desde las 9:30 en el Palacio de la Merced de Córdoba, sede de la Diputación Provincial.
Posteriormente, a las 15:15 , el rey recibirá en audiencia a una representación de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA) en el Palacio de Congresos de Córdoba. La FIA celebra en la capital cordobesa la próxima semana su asamblea anual, con más de 600 representantes del automovilismo a nivel mundial.
La agenda de Felipe VI en Córdoba concluirá con otro acto en el Palacio de Congresos, donde a primera hora de la tarde del martes, el equipo de gobierno de la Universidad de Córdoba entregará al rey la Medalla de Oro de Averroes.
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