Córdoba también pierde población extranjera

Una de las causas por las que Córdoba pierde población mientras la gana el resto de España es por la inmigración. En la provincia cordobesa la llegada de extranjeros es muy inferior a la del resto del país. Tanto que incluso en los seis primeros meses del año se han ido más extranjeros de los que han venido a vivir a la provincia de Córdoba.

El crecimiento poblacional de España se debió al incremento de personas nacidas en el extranjero, mientras que el número de personas nacidas en España disminuyó. Esta población nacida en el extranjero –de 9.036.416 personas– fue mayor que la de nacionalidad extranjera, debido a los procesos de adquisiciones de nacionalidad española.

Pero en Córdoba el número de extranjeros ha vuelto a menguar. A fecha de 1 de enero de 2024 se alcanzaron los 28.038 extranjeros residentes en la provincia de Córdoba, una de las cifras más altas de la década. Pero a fecha de 1 de julio era de 27.645, una caída de casi 400 empadronados en la provincia.

En términos relativos, el peso de la población extranjera en la provincia de Córdoba es muy escaso. En total, supone el 3,6% del total. En España, la población nacida en el extranjero es ya de prácticamente el 18% del total, una de las cifras más altas de la serie que ha provocado que a día de hoy el país haya alcanzado su récord demográfico: 48,8 millones de habitantes.

Pero la escasa presencia de extranjeros en la provincia de Córdoba es la que está motivando también que la población se reduzca de forma considerable. En la última década se han perdido prácticamente 30.000 habitantes. Córdoba alcanzó su récord de habitantes en el año 2011: 805.857 residentes. A partir de entonces, con lo peor de la crisis, la población comenzó a menguar, especialmente con la salida de miles de extranjeros, que o bien volvieron a sus países de origen o emigraron a otros puntos de Europa o España.

Según los últimos datos, la provincia tenía a 1 de julio de 2024 un total de 770.952 habitantes. Solo Jaén, en Andalucía, pierde habitantes a un ritmo superior. El resto de las provincias andaluzas crece, especialmente gracias a la población extranjera. Significativo es el caso de Almería, que ha ganado un 10% de población en la última década.