Los campos de concentración que también sufrieron cordobeses exiliados en el norte de África
Eliane Ortega Bernabéu es hija y nieta de exiliados republicanos españoles en Argelia. Cuenta que hace casi veinte años pudo rescatar un diario de su abuelo y, a partir de ahí, comenzar a leer y conocer su historia, que es la de varios miles de españoles que sufrieron los campos de concentración del norte de África. Desde entonces, lleva casi dos décadas dedicada a la investigación y recuperación de la memoria de esos exiliados, entre los que también hubo cordobeses.
Su propia historia familiar le empujó a querer recuperar las historias de todos esos exiliados, para “rendirle justicia, por su memoria”, cuenta en conversación con Cordópolis. Y esa investigación la trae a Córdoba, donde participará en unas jornadas organizadas por la Cátedra de Memoria Democrática de la Universidad y la Asociación Triángulo Azul con motivo del 80 aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis. Ortega Bernabéu intervendrá en la ponencia sobre 'Andaluces en campos de concentración del Norte de África (Marruecos, Argelia y Túnez)', con una exposición específica sobre Argelia, país en cuyos campos de concentración ha constatado la presencia de varios miles de exiliados españoles. Solo del campo Morand ha reunido ya 3.200 expedientes.
En Córdoba, avanza que expondrá media docena de ejemplos de exiliados cordobeses que también estuvieron en ese campo y otros tantos del campo Djelfa, “un campo de castigo disciplinario, el campo de la muerte”. Molina Ordóñez, Cardador García, Medina Ortega, Serena de Medina, De la Cruz Galero, León Blázquez.... enumera sobre los apellidos de algunos de esos vecinos de la provincia de Córdoba que tuvieron que exiliarse y acabaron en, al menos, una docena de campos de concentración.
Casi 70 centros de internamiento y campos de concentración
En total, solo en Argelia, esta investigadora constata que había casi 70 centros de internamiento y campos de concentración, de los que en su charla en Córdoba expondrá los más representativos. Y allí fueron a muchos republicanos que, una vez perdida la guerra, se exiliaron. La investigadora rememora cómo “apenas bajaban de los barcos, van descargando material humano, los meten en trenes y en centros de internamiento y los mandan a campos de concentración”. En algunos casos, “no los dejaban desembarcar y había barcos que servía de prisión”.
El campo de Morand se establece como “el cuartel madre donde se crea el octavo regimiento de extranjeros con doce compañías y se reparten en toda Argelia para trabajos forzados” -explica-, algunos en campos del Sahara, donde además sufren las altas temperaturas de día y el frío de la noche en el desierto. “Lo más horrible y donde más muerte ha habido fue en la obra del Transahariano”, donde usaron “mano de obra gratuita española y de otras nacionalidades para una obra colosal donde hubo muertes, malas condiciones de vida, no tenían higiene, mala comida, castigos...”.
El trabajo de investigación que lleva a cabo Eliane Ortega Bernabéu se nutre de los testimonios de las familias y de los archivos franceses -país que tenía a Argelia como colonia hasta los años 60-, pero es un trabajo laborioso y “muy dificultoso”.
La satisfacción de proporcionar información a las familias
Y cuenta que lo que le empuja a seguir haciéndolo -“lo que me sigue marcando el corazón y me da satisfacción, alegría y felicidad, es cuando le doy información de su familiar a un nieto”, dice como ejemplo, para que puedan saber la parte de la historia que desconocían, “saber por dónde estuvo tu abuelo, que no les abandonó, por qué no escribió a su abuela y por qué no tenían noticias de él...”.
Jubilada ya de su trabajo, su dedicación sigue siendo la investigación sobre los exiliados en los campos de concentración de Argelia, donde ella misma nació en ese exilio de su familia, como “toda una generación considerada apátrida”.
“No olvido nunca de dónde provengo”, dice, para lanzar un mensaje a quienes como ella tuvieron a familiares en los campos de concentración: “Que la gente se quite el miedo, que se quiten los sentimientos negativos y que busquen lo que les queda de ese familiar, que busquen, para rendirle justicia, por su memoria. Ellos lucharon por la democracia en una República. Perdieron la república y perdieron la guerra. Y no hay que olvidarlos”.
*Las personas interesadas en asistir a las jornadas pueden inscribirse escribiendo un correo a jornadasmemoria.cordoba@gmail.com
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