Un banco de leche contra el cáncer de mama postparto en un centro comercial
Un proyecto pionero que avanza a velocidad de crucero, llevando la investigación a entornos más amables que un hospital. En eso se ha convertido el proyecto Hera, puesto en marcha por el Grupo de Nuevas Terapias en Cáncer del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) -liderado por los doctores Juan de la Haba y Silvia Guil-, para encontrar en la leche materna biomarcadores que permitan predecir qué mujeres tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Este sábado, este banco de leche que aporta pruebas para la investigación se ha trasladado a un centro comercial: el Hipercor que hay en la zona de Poniente, que ha cedido uno de sus espacios como sala de lactancia.
Hasta allí se han desplazado a lo largo de la jornada casi medio centenar de donantes, que ceden su leche para que forme parte del cuerpo de muestras del proyecto. En estos momentos, en unos de un año, el número de donantes se acerca al millar, y el objetivo de llegar a las 2.000, ya no parece tan lejano.
“Empezamos a probar el sistema, los protocolos y la seguridad, y ahora ya hemos alcanzado una cifra que nos permite mirar más allá”, comenta satisfecho el coordinador del proyecto, Javier Cantero, que añade que el proyecto ya despega de Córdoba. “Estamos expandiéndonos a Granada, Sevilla, y Estepona, organizando jornadas en espacios como el teatro y centros comerciales para que las madres puedan donar en un ambiente más relajado y distendido”, explica.
Uno de los pilares del proyecto es la investigación sobre la relación entre la leche materna y el cáncer de mama posparto, una enfermedad que, aunque poco frecuente, está creciendo. “Gracias a este proyecto, podemos acceder a la historia de 2.000 mujeres y su leche. Un pequeño porcentaje de ellas desarrollará cáncer de mama en los próximos años, lo que nos permitirá analizar su historia y detectar posibles indicadores tempranos de la enfermedad”, explica Juan de la Haba. Este acceso a datos biológicos tan valiosos representa una oportunidad ara la medicina preventiva y el estudio de esta patología.
El investigador destaca que la investigación no debe quedarse solo en laboratorios u hospitales. “La clave está en abrir la investigación a la sociedad. Permitir que las madres participen en un entorno más amigable y cercano, manteniendo la rigurosidad científica, pero sin perder el contacto humano,” señala, refiriéndose a las jornadas organizadas en lugares de encuentro más accesibles para las familias.
Donantes de otras provincias
Más allá de las cifras y los datos científicos, el apoyo al proyecto Hera se nota hablando con las donantes. Una de ellas es Almudena, madre primeriza, que se enteró del proyecto a través de redes sociales. “Me parece muy interesante, poder ayudar a la investigación es algo bonito, y si con mi leche se puede llegar a descubrir algo que pueda prevenir enfermedades, me parece fundamental”, explicaba antes proceder a la donación.
Delia, por su parte, destaca la incertidumbre que muchas madres enfrentan respecto a la lactancia. “Durante el embarazo tenía muchas dudas sobre si podría amamantar, pero ahora que todo va bien, donar es algo tan natural como donar sangre”, afirmaba. Para ella, participar en este proyecto es una forma de retribuir a la comunidad y aportar a la ciencia de manera altruista.
Bárbara, que ha viajado a Córdoba desde Andújar para donar, recalca la importancia de la investigación. “Colaborar en algo que puede ayudar a avanzar en la medicina es muy gratificante. Me enteré a través de un grupo de apoyo a la lactancia, y me encantó la idea de contribuir con algo tan sencillo como mi leche materna”, explicaba.
Los desafíos
A pesar del éxito del proyecto en estos primeros meses, Javier Cantero reconoce que tiene por delante no pocos desafíos. “El esfuerzo que requiere coordinar todo esto es enorme. Mientras más se alargue en el tiempo, más difícil será mantener el ritmo, y no debemos olvidar que muchas personas están colaborando de forma altruista. Esto no sería posible sin su dedicación”, apunta.
El reto de alcanzar las 2.000 donantes sigue siendo ambicioso, pero el apoyo que han recibido de madres de otras provincias, como Sevilla o Jaén, quienes incluso han preguntado si pueden enviar leche por transporte refrigerado, demuestra el alcance y la importancia del proyecto Hera.
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