Apicultores de Córdoba: “No sabemos cómo vamos a escapar del avispón oriental”

Todo indica que el avispón oriental, un insecto invasor muy dañino para las colmenas y la agricultura, se está asentando en la provincia de Córdoba. Esta misma semana ha sido localizado un ejemplar en Montilla, tal como ha informado Cordópolis, y su presencia en Villarrubia ya está empezando a ocasionar problemas serios en las explotaciones apícolas, según datos suministrados por la organización agraria COAG. En Málaga y Cádiz el himenóptero ha provocado estragos de envergadura y su rápida expansión alcanza ya a las provincias de Almería, Sevilla y Jaén.

“El avispón ya está asentado en Córdoba de forma clara”, asegura Juan Antonio Ruiz, secretario provincial de COAG en la sección de apicultura. “No estamos teniendo todavía una gran presión pero en Villarrubia ya han atacado colmenas”. El dirigente agrario avisa de que la invasión del avispón oriental va a ser un problema “nefasto” para la apicultura y los frutales. “Pero no solo”, puntualiza. También va a ocasionar disfunciones graves en la cadena trófica por la depredación masiva de insectos. En opinión del secretario de COAG, los viñedos de la Campiña donde ha sido localizado el himenóptero están en serio riesgo por la amenaza de la especie invasiva.

Esta misma semana varias colmenas de Villarrubia han sido atacadas por el insecto, según demuestra la fotografía que encabeza esta información. “Acaban con el polen y con la miel”, señala Ruiz. Además del avispón detectado en Montilla días atrás y otro ejemplar en Puente Genil en 2022, la zona de las Ermitas en Córdoba también ha registrado la presencia de algunos individuos, según informa el dirigente de COAG. A Juan Antonio Ruiz no le cabe duda de que el insecto invasivo “se va a expandir” en Córdoba como ya lo ha hecho de forma masiva en la Andalucía meridional. “Ha venido para quedarse con nosotros”, sentencia.

Las organizaciones agrarias ya advirtieron en 2019 a la administración autonómica de la amenaza que se cernía sobre la apicultura y exigieron la puesta en marcha de medidas de control para eliminar los nidos y efectuar protocolos de seguimiento. “Las administraciones se tienen que poner las pilas”, subraya. El avispón oriental proviene de Oriente Medio y Asia y encuentra en el Mediterráneo occidental unas condiciones climáticas propicias para prosperar.

“Desde 2019 se podría haber hecho mucho trabajo previo y no se ha hecho nada”, se queja Ruiz, que sostiene que el problema desborda los márgenes meramente agrícolas. “Es tres veces más grande que la abeja, un aguijón superior y cantidades considerables de veneno”, señala, lo que representa también una amenaza no desdeñable para las personas.

Córdoba registra 332 explotaciones apícolas, con más de 54.000 colmenas activas, la mayor parte de ellas en la Sierra de Hornachuelos. La eventual llegada del avispón oriental se suma a la grave crisis que atraviesa el sector como consecuencia de la prolongada sequía, que en 2023 hundió la producción en un 80%. “No sabemos cómo vamos a escapar del avispón oriental”, afirma Félix Murillo, productor de miel. “La apicultura se encuentra aquí muy abandonada y ya está en la cuerda floja”, lamenta.

Félix Murillo es propietario de 800 colmenas y en los años productivos genera en torno a 6.000 kilos de miel. En Hornachuelos hay más de 150 explotaciones profesionales y la miel representa un motor económico muy significativo para el pueblo. El apicultor lamenta la escasa información de que disponen y los nulos recursos con los que cuentan para hacer frente a este nuevo desafío cuyas consecuencias son imprevisibles.

“Sabemos muy poco del avispón. La Asociación Provincial de Apicultores ya no funciona y el único asesoramiento que tenemos proviene de COAG”, indica Murillo. A la espera de que el insecto intensifique su expansión por las sierras de Hornachuelos y Montoro, que es donde se concentra la producción apícola cordobesa, los profesionales intentan asesorarse a través de sus colegas malagueños y gaditanos y su dura batalla contra los intrusos orientales. Otra variedad invasiva, el avispón asiático, también está causando estragos en la cornisa cantábrica. “A la velutina le gusta las zonas húmedas”, argumenta el responsable de COAG, razón por la cual previsiblemente no ha descendido al sur peninsular.

La semana pasada fue detectado en una piscina particular de Montilla un ejemplar de avispón oriental, tal como confirmó a Cordópolis el entomólogo Manuel Baena. Las reinas pueden alcanzar los 30 milímetros de tamaño y anidan en primavera, generalmente en agujeros en el suelo, pero también en cajas de persianas y otras oquedades en zonas urbanas. Al filo del verano las larvas se convierten en obreras y en otoño la colonia culmina su máxima actividad con casi 400 individuos por nido. Exhiben una alta capacidad depredadora y en pocos días devoran las abejas y la miel de una colmena.

Algunos informes científicos han descrito diversas estrategias de defensa desarrolladas por las abejas para combatir la agresión de insectos intrusivos. En algunos casos, rodean masivamente a ciertos avispones y los matan por calor. La variante oriental dispone de un techo térmico superior y ese sistema defensivo se suele revelar inoperante. Un estudio publicado en 2023 por la Revista Gaditana de Entomología ya advirtió del “desastre ecológico” que supone la ingesta de múltiples insectos y las alteraciones que causa el avispón oriental en el ciclo polinizador “afectando negativamente la reproducción de plantas nativas y producción de frutos”.