MEMORIA HISTÓRICA
La reconstrucción del pueblo que asoló la última gran batalla de la Guerra Civil
En 1939, la última gran batalla de la Guerra Civil se libró en el frente al norte de la provincia de Córdoba, en una línea que cogió de lleno al municipio de Valsequillo. Fue en la Sierra Trapera donde discurrió esta última gran batalla. El ataque, iniciado por el Ejército Popular de la República en enero como una maniobra de señuelo dirigida contra el frente de Extremadura, constituyó la última ofensiva emprendida por las tropas republicanas, a la vez que una de las menos conocida, ya que la atención principal estaba puesta en la batalla que se vivía entonces tierras catalanas.
Pero aquí, en el norte de la provincia de Córdoba, finalmente una división del bando sublevado se hizo fuerte en la zona e impidió el avance de las tropas republicanas. La lucha entre sublevados y republicanos se extendió en el tiempo y fue extremadamente cruenta en esta zona: combatieron hasta 160.000 soldados de ambos bandos, hubo 8.000 muertos que ensangrentaron los campos de Valsequillo, Los Blázquez y La Granjuela y, en esta última zona, se vallaron e improvisaron campos de concentración para 20.000 prisioneros.
De todo aquello, Valsequillo quedó destruido. Y de aquella parte de la historia, hoy recupera su memoria para contar lo que allí ocurrió y cómo el pueblo se reconstruyó, tras la guerra, con el entonces denominado Servicio de Regiones Devastadas y Reparaciones, dependiente del Ministerio del Interior. Una exposición musealizada muestra la realidad de la Guerra Civil que vivió este pueblo, cómo edificios y patrimonio quedaron completamente destruidos y cómo se levantó de nuevo la localidad.
Planos del pueblo antes y después de la Guerra Civil
La exposición -inaugurada el pasado verano en la que fuera antigua casa cuartel de la Guardia Civil-, incluye fotografías del municipio destruido, imágenes en vídeo que también se pueden ver en 3D y planos de cómo era Valsequillo antes y después de la Guerra Civil, explica a Cordópolis la técnico municipal responsable del proyecto, Inma Andrade.
“Hay hasta facturas de la reconstrucción”, cuenta sobre cómo se han conservado documentos que hablan de la memoria de Valsequillo para transformar la destrucción de la guerra en un pueblo con una segunda vida. Incluso, se exponen “documentos de los arquitectos y de los jefes de obra” que llevaron adelante los trabajos para levantar de nuevo edificios y trazar las calles del municipio.
La reconstrucción se emprendió inmediatamente después de la guerra y se alargó, de hecho, hasta poco antes de la Transición: “Tenemos documentos desde finales de 1939 y 1940 hasta los años 70”, del pasado siglo, expone Andrade.
Calles enteras y casas nuevas
En esos primeros años, se reconstruyeron calles enteras. Valsequillo adquirió entonces su aspecto de poblado de colonización, con un nuevo plano de líneas regulares y trazado ortogonal como el resto de regiones reconstruidas tras la Guerra Civil. Esas calles nuevas contrastan con algunos de los trazados sinuosos originales que se conservan, con edificaciones del granito típico de la comarca de Los Pedroches.
En los años 40 se construyeron decenas de casas, con tres tipos de viviendas - de labrador, de jornalero o para maestros-, además de levantar la iglesia de la Inmaculada, los grupos escolares, el Ayuntamiento y la antigua casa cuartel de la Guardia Civil, que ahora alberga la exposición musealizada que recupera la memoria histórica de este municipio.
0