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La producción y los costes obligan a arrancar olivos centenarios en la Subbética de Córdoba

Paisaje de olivar en la Subbética cordobesa

Jesús Ventura

19 de octubre de 2025 19:58 h

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El aceite en Córdoba continúa estando en una situación compleja. Ya no solo por el precio de venta al consumidor, sino que por los altos costes de mantenimiento y la escasa rentabilidad hacia los agricultores. Una situación que ha conllevado una crisis estructural y hace que las soluciones pasen por reinventar la producción.

Debido a esto, Ecologistas en Acción han denunciado a través de un comunicado expuesto en su página web que olivares centenarios estén siendo arrancados para sustituirlos por plantaciones más productivas y mecanizables. La medida ha dado pie a un debate: hay quiénes piensan que los profesionales del campo deben hacerlo para preservar su economía, pero también hay asociaciones que defienden el olivar tradicional y de montaña.

Tal y como recoge Ecologistas en Acción, en el entorno de Priego de Córdoba se sigue constatando la desaparición de olivares con árboles de entre 100 y 300 años. José María Penco, director de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), ha definido, en declaraciones a este periódico, esta situación como un problema estructural que afecta a toda España, donde los sistemas tradicionales están siendo sustituidos por modelos más intensivos y mecanizados.

El factor económico es el principal detonante de esta transformación. Según Paqui García, secretaria general de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Priego de Córdoba y también a este periódico, el agricultor opta por arrancar el olivar tradicional -ya sea picudo u hojiblanco- porque no puede mantener los elevados costes de producción del sistema de montaña. La búsqueda de rentabilidad y competitividad es, asegura, una cuestión de supervivencia.

José María Penco ha explicado que los nuevos modelos permiten reducir costes al requerir menos mano de obra, algo crucial en un contexto en el que el precio del aceite fluctúa. “Cuando el aceite baja de 3,5 o 4 euros, el agricultor produce a coste”, advierte. El cambio implica sustituir olivos centenarios, demasiado juntos para ser mecanizados, por plantaciones adaptadas a la vibración y a sistemas superintensivos, como la variedad arbequina, desarrollada en Córdoba.

Imagen de un olivar.

La pérdida de un patrimonio natural

Desde Ecologistas en Acción, en el comunicado anteriormente mencionado, han alertado de que la desaparición del olivar picudo antiguo supone la pérdida de un patrimonio agroecológico único. Aunque comprenden las dificultades económicas del sector, han lamentado que esté desapareciendo un sistema agrícola que aporta beneficios ambientales irremplazables. De hecho, la DOP Priego de Córdoba está trabajando para que, además de promocionar este tipo de olivar, los agricultores consigan otro tipo de beneficios para que esta serie de variedades sigan estando, como mínimo, en la localidad cordobesa.

Por otro lado, los troncos centenarios sirven de refugio para numerosas especies de aves, mamíferos e insectos, mientras que sus grietas y cavidades conservan semillas y esporas que enriquecen el ecosistema. En zonas de pendiente, este modelo agrícola ayuda a mantener la estabilidad y fertilidad del terreno gracias al no laboreo y al mantenimiento de la cubierta vegetal, funcionando como una auténtica dehesa donde conviven especies como el conejo de campo, base alimentaria de depredadores emblemáticos del ecosistema mediterráneo, entre ellos el lince ibérico, el águila imperial o el búho real.

Sin poder proteger a los olivos

La DOP Priego de Córdoba, que agrupa a unas 6.500 familias y gestiona un 60% de olivar en pendiente, ha reconocido a este periódico estar “muy preocupada” por la situación. El principal obstáculo ha señalado que es la ausencia de una ley que proteja los olivos centenarios. Para que dicha protección fuera efectiva sería necesaria una compensación económica, algo que la administración pública no ha sabido articular hasta ahora. Asimismo, Paqui García también ha señalado a ciertas personas que buscan un rédito económico en la compraventa de olivos centenarios y que, incluso, pueden llegar a ser milenarios. En otras zonas como Valencia sí que existe una ley que los protege, como ha indicado José María Penco.

Desde Ecologistas en Acción han señalado que ni la DOP ni las cooperativas estén ofreciendo suficientes incentivos para mantener los olivares heredados, algo que ha querido negar Paqui García tras explicar las actividades que realizan para la promoción de estas variedades, como recalcar los premiados en concursos internacionales.

Pese a los estudios que demuestran la calidad del aceite y la viabilidad del modelo de montaña, la asociación ha aclarado que cada día se arrancan más olivos centenarios. “Estamos perdiendo un patrimonio agroecológico irrecuperable”, advierten, apelando a las administraciones a actuar con urgencia para proteger el olivar picudo de la Subbética cordobesa antes de que desaparezca.

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