El efecto mariposa de los aranceles a los coches chinos sobre la carne de cerdo cordobesa
China era la gran esperanza de los ganaderos porcinos de la provincia de Córdoba para garantizar su futuro. El gigante asiático es uno de los grandes consumidores de carne porcina de todo el mundo y el norte de la provincia de Córdoba uno de los territorios de la Unión Europea donde ésta alcanza la cúspide de su calidad, el ibérico.
Los gobiernos europeos han sido incapaces este viernes de sumar una mayoría suficiente ni a favor ni en contra de los aranceles al coche eléctrico importado de China, lo que devuelve a la Comisión Europea el poder para adoptar en los próximos días la decisión definitiva que haga permanentes las tarifas que la UE impone de manera provisional desde el pasado mes de julio. En la votación, sólo cinco países han votado en contra de la propuesta de Bruselas de hacer permanente los gravámenes, entre ellos Alemania, que teme las consecuencias de una guerra comercial con Pekín. Además, según han informado a Europa Press diversas fuentes diplomáticas, España y otros once países se han abstenido; mientras que otros diez han votado a favor.
Para bloquear la decisión de Bruselas de seguir adelante con el gravamen requería un bloque de al menos 15 Estados miembro que representaran un 65% de la población. Los expertos de los Veintisiete se han reunido en Bruselas para someter a votación la propuesta formal del Ejecutivo comunitario para consolidar los aranceles provisionales, sobre los que las reglas comunitarias obligan a tomar una decisión sobre si se vuelven permanentes antes del 30 de octubre.
Ahora se espera la respuesta de China, que lleva cuatro años anunciando sus intenciones: aranceles a la importación de carne de cerdo europea. De momento, ha activado una investigación antidumping precisamente contra el cerdo europeo. La Unión es una de las grandes productoras de carne de cerdo en el mundo. Y eso que las exportaciones a China aún no se habían generalizado.
A la espera de que esto ocurriera estaba la gran empresa agroalimentaria de la provincia, Covap, que mantenía esperanzas en abrir una nueva línea de negocio en China que podría naufragar en el caso en el que finalmente se desate la guerra comercial a cuenta de los vehículos eléctricos.
Córdoba apenas ha exportado carne de cerdo por valor de un millón de euros a China, pero las previsiones señalaban que el mercado podría crecer muchísimo más, especialmente gracias al ibérico. El mercado chino es gigantesco y cada vez hay más consumidores que optan por productos de más calidad, como es el caso del cerdo cordobés.
Los posibles aranceles chinos al cerdo europeo bloquearán el crecimiento del sector ganadero en la provincia de Córdoba, que auguraba además un incremento de los precios de sus productos ante la apertura de un mercado gigantesco que habría que abastecer.
De momento, nada es definitivo. Los aranceles europeos al vehículo chino se tienen que ratificar. Y la respuesta china sobre el porcino europeo, también.
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