Una antigua estación de tren se convierte en el nuevo hogar del cernícalo primilla
La vieja estación de tren de Fernán Núñez, en plena campiña cordobesa, ha vuelto a llenarse de vida. Donde antaño se detenían vagones y viajeros, hoy revolotean jóvenes ejemplares de cernícalo primilla (Falco naumanni), una pequeña rapaz que ha encontrado aquí un nuevo refugio gracias al trabajo del colectivo Bioterra Andalucía.
El proyecto, desarrollado durante 2025, tiene como objetivo asentar una nueva colonia reproductora de esta especie protegida, que ha sufrido un notable declive en las últimas décadas. A través de la técnica del hacking —un método de cría y liberación controlada de aves rapaces para su reintroducción—, se han liberado 29 pollos procedentes de los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Quiebrajano (Jaén), Los Villares (Córdoba) y de colonias urbanas del propio municipio.
El proyecto de Bioterra nace de un acuerdo de custodia del territorio firmado con el Ayuntamiento de Fernán Núñez, propietario del edificio, que ha colaborado estrechamente en la adecuación del entorno. La antigua estación, con más de 8.000 metros cuadrados y rodeada de campos cerealistas, ofrece un entorno tranquilo y con abundantes zonas de caza, condiciones ideales para el asentamiento de una colonia estable de cernícalos primilla.
Además del valor ecológico, la iniciativa tiene un marcado carácter educativo y social. La mayor parte de las más de veinte cajas nido instaladas fueron construidas por jóvenes voluntarios en talleres organizados por Bioterra dentro del proyecto Biodiversidad urbana en la campiña sur cordobesa, subvencionado por la Diputación de Córdoba. También han colaborado los alumnos del IES Aljanadic de Posadas, cuyos ciclos formativos forestales fabricaron nuevas cajas nido que se instalarán en la próxima temporada.
La naturaleza responde
Los primeros resultados son esperanzadores. Tras su liberación, los jóvenes cernícalos permanecieron durante varios días en la zona, generando un ambiente de colonia que atrajo incluso a adultos procedentes de otras localidades. Los técnicos del proyecto consideran que este comportamiento podría ser el primer paso hacia la formación de una colonia reproductora en los próximos años.
Como dato curioso, una pareja de carraca europea (Coracias garrulus), otra especie de ave ligada a hábitats agrarios, se ha instalado en una de las cajas nido. Este hecho se interpreta como una señal inequívoca de la idoneidad del entorno y del éxito de las actuaciones de restauración y manejo del espacio.
El equipo técnico, liderado por José Ignacio Morales Mata y Diego Jordano Barbudo, ha aplicado técnicas innovadoras, como la utilización de señuelos visuales con forma de cernícalo, diseñados para atraer a individuos adultos y reforzar el comportamiento social de la especie. La metodología se inspira en experiencias internacionales con otras aves coloniales, adaptadas a las particularidades del cernícalo primilla.
La liberación de los pollos se acompañó de una fase de alimentación suplementaria, que garantizó su supervivencia en los primeros días tras abandonar el hacking. Paralelamente, el proyecto ha tenido una amplia difusión en redes sociales, a través de los canales de Bioterra Andalucía, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de conservar esta especie.
Mirando al futuro
El cernícalo primilla está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y en España su población reproductora —estimada en unas 10.000 parejas— ha sufrido un declive del 30 al 40% en las últimas décadas. La iniciativa de Bioterra busca revertir esta tendencia desde lo local, creando nuevos núcleos de cría en entornos rurales con potencial ecológico.
“Este proyecto demuestra que la colaboración entre administraciones, asociaciones y ciudadanía puede generar resultados tangibles para la biodiversidad”, señala Bioterra en su comunicado. “La antigua estación de tren, que durante años permaneció en silencio, se ha convertido ahora en símbolo de esperanza y de recuperación”.
Con la vista puesta en 2026, el colectivo prevé continuar las liberaciones y el seguimiento de las aves con el deseo de que las primeras parejas reproductoras de cernícalo primilla vuelvan a criar entre los muros de esta estación renacida.
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