Manuel Pérez: “Debimos haber sido más contundentes contra las parcelaciones ilegales”

En la semana en que se cumple el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en los ayuntamientos del 3 de abril de 1979, CORDÓPOLIS ofrece una serie diaria de entrevistas con los alcaldes y alcaldesas que ha tenido Córdoba en estas cuatro décadas, a excepción de Andrés Ocaña, fallecido en 2017.

Cada uno de ellos responderá a una serie de preguntas sobre su experiencia al frente del Ayuntamiento en su mandato, con las que dibujar los cambios en este tiempo en la política municipal. Este miércoles es el turno de Manuel Pérez (IU), que estuvo al frente del Consistorio entre los meses de enero a julio de 1995.

PREGUNTA. Cuando tomó posesión como alcalde, ¿cuál creyó que era la principal misión que debía cumplir al frente del Ayuntamiento?

RESPUESTA. Representar dignamente a la ciudad y hacer que avanzara, que diera pasos positivos en la resolución de los muchos problemas que tenía planteados. Y consolidar los avances conseguidos, que también eran muchos.

P. ¿Qué fue lo que más le llamó la atención del funcionamiento del Ayuntamiento?

R. Yo ya conocía el funcionamiento del Ayuntamiento pues cuando accedí a la Alcaldía ya era primer teniente de alcalde, por lo que no encontré nada nuevo que llamara significativamente mi atención. En cualquier caso, es digno de resaltar la forma tan ordenada y transparente como se desarrollaba la gestión y el funcionamiento de la Alcaldía, y la profesionalidad y el buen hacer de su equipo técnico y administrativo, especialmente la secretaría general, lo que facilitaba mucho la tarea.

P. ¿Cuál fue la principal dificultad a la que se enfrentó?

R. La falta de tiempo con que conté, razón por la cual quedaron pendientes algunos asuntos importantes.

P. ¿Cómo fue la relación como alcalde con la sociedad durante su mandato?

R. Estaban establecidas muy buenas relaciones con los principales agentes sociales y económicos de la ciudad y mi tarea fue seguir manteniéndolas. Fruto de ello fue la creación en mi mandato del Consejo Económico y Social de Córdoba, algo en lo que fuimos pioneros como también lo éramos en participación ciudadana, pues fue uno de los primeros consejos de este tipo que se creaban en España.

P. ¿Qué medida que tomó durante su mandato le produce más orgullo? ¿Y cuál más frustración?

R. La medida más importante que tomó el Ayuntamiento en mi mandato y de la que más orgulloso me siento fue la aprobación unánime sin ningún voto en contra (lo que exigió enormes esfuerzos de negociación previa y amplias dosis de generosidad por todas las partes) del Plan Parcial que ordenaba los terrenos de Renfe y que dio lugar al desarrollo urbanístico más importante que Córdoba ha conocido en muchos años.

Por contra, fue muy frustrante la no consecución de un préstamo sindicado que el Ayuntamiento y la ciudad necesitábamos, que nos llevó meses de negociación y que al final Cajasur no firmó.

P. ¿Se arrepiente de alguna decisión que tomó? ¿Cuál?

R. Arrepentirme no, pero pienso que quizás debíamos haber sido más contundentes en la lucha contra las parcelaciones ilegales que ya empezaban a desarrollarse en zonas de la periferia.

P. ¿Qué diferencias ve entre la política municipal de su época y la actual?

R. Han pasado más de 20 años y las diferencias son muchas, como no podía ser de otra manera. Córdoba es otra, se ha transformado en múltiples aspectos y el Ayuntamiento también. Las formas como se desarrolla la política municipal y los recursos disponibles han variado. Hay otros objetivos y nuevos retos que marcan notables diferencias a la hora de enfrentarlos.

P. Un consejo para el camino que emprenda la próxima Corporación municipal a partir de mayo de 2019.

R. No soy nadie para dar consejos, pero sí deseo fervorosamente que la ciudad avance y se mejore la vida de sus habitantes. Creo que sería conveniente que la próxima Corporación municipal dote a Córdoba de un modelo de ciudad lo más compartido posible y con perspectivas de futuro.