“¡Peligro, zona no adaptada al cambio climático!”: Greenpeace pide medidas contra el calor extremo en Córdoba
“¡Peligro, calor extremo! Zona no adaptada al cambio climático”. Con este mensaje en una cinta amarilla y roja de advertencia, la organización ambientalista Greenpeace ha llevado a cabo una acción en Córdoba para demandar que se tomen medidas que contribuyan a adaptar la ciudad a las altas temperaturas.
En zonas como la plaza de La Corredera, en la plaza de Las Tres Culturas, en la avenida de Las Ollerías o en la confluencia de la avenida de América con Colón, Greenpeace ha señalado con su mensaje espacios de enlosado y asfalto sin árboles, bancos de piedra en los que es imposible sentarse al sol y alcorques vacíos. Una actuación de la que se han hecho eco vecinos como la AAVV Torre de la Malmuerta.
Se trata de una acción que la organización ecologista ha llevado a cabo de manera paralela en otras zonas de España, con los voluntarios de Greenpeace poniendo el foco en ciudades y espacios que sufren el cambio climático y necesitan medidas para que la vida de la población sea posible con las altas temperaturas.
“Ni por asomo Córdoba está preparada ni adaptada al clima que tiene en la actualidad”, explica a Cordópolis Luis Berraquero, coordinador territorial de Greenpeace en Andalucía. “La ciudad tiene, por ejemplo, plazas superduras como la de la estación. El Ayuntamiento debería tomarse el impacto de las temperaturas en la ciudad como una cuestión de salud pública”.
“Población desprotegida frente al calor”
La acción que ha realizado la organización persigue “denunciar aquellas zonas en peligro por el calor” y se relaciona con el informe que hizo a principios de verano sobre los refugios climáticos o la falta de ellos y “cómo la población en general está desprotegida frente al calor ”.
Greenpeace reclama que los ayuntamientos como el de Córdoba tomen medidas urbanísticas adecuadas y “sea una acción coordinada y no solo parcheada cuando hay ola de calor”, dice Berraquero. Señala el caso de la capital cordobesa con la apertura de centros de mayores municipales como refugios climáticos solo cuando ha habido alerta por ola de calor.
La organización pone sobre la mesa también la necesidad de contar con “espacios exteriores adecuados, refugios bioclimáticos que podrían actuar contra el efecto isla de calor de la ciudad”, aumentando la superficie verde de la ciudad, con fórmulas como el anillo verde para reverdecer la capital.
Asimismo, se pide que se establezcan “soluciones para familias vulnerables económicamente” que no pueden afrontar el pago de equipos de climatización o de las abultadas facturas de electricidad que suponen en verano.
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