El material de relleno de los alcorques “hay que limpiarlo sí o sí o dejará de filtrar el agua”

El Ayuntamiento de Córdoba está llevando a cabo desde hace semanas tareas de colmatación de alcorques de árboles, utilizando un relleno de material drenante. El objetivo -como en su día explicara el Consistorio-, pasa por evitar problemas de accesibilidad y el crecimiento de malas hierbas en los espacios de los árboles. Esta práctica, que rellena los alcorques, ha sido criticada sin embargo por ecologistas y algunos vecinos por las consecuencias negativas que puede conllevar para los árboles, una práctica que en distintas ciudades del país solo se aconseja en casos especiales. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre el uso de este material en los alcorques?

Cordópolis ha preguntado sobre ello a la Universidad de Córdoba y ha consultado al profesor titular de Ingeniería Forestal en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Ángel Lora. “No es bueno para todo ni es malo para todo, pero requiere mantenimiento. Hay que limpiarlo, sí o sí, si queremos que siga siendo permeable”. Esa es la principal conclución sobre el uso del material de relleno de los alcorques que, si bien es poroso, con el tiempo esos poros se taponan y no dejarían pasar el agua que necesita el árbol.

Lora señala la situación de partida de los árboles en una ciudad que, ya se ven constreñidos a un pequeño espacio en los acerados. “Los árboes están en una situación dificilísima en las ciudades”, con alcorques de 60x60 u 80x80 centímetros. A mayor reducción de espacio, menor terreno para acceder a la lluvia. “Quitarle el acceso a la humedad evidentemente no es lo mejor”, ya que esto afecta directamente al crecimiento y desarrollo del árbol.

Sobre el uso del material de relleno en los alcorques, el profesor asegura que “es un elemento muy interesante en determinadas circunstancias, cuando los acerados no cumplen con las normas de accesibilidad” y sufiente anchura para poder pasar peatones, carros y sillas de ruedas. “Pero en otros lugares no es tan útil”.

Para este experto, la principal limitación de este material que se está poniendo en los alcorques de Córdoba es que “se trata de un elemento con poros y necesita mantenimiento. Ahora -recién puesto- si riegas, permea y deja pasar el agua al árbol. Pero cuando esos poros acumulen polvo, ese pavimento deja de ser poroso y vienen los problemas”.

Por eso, advierte: “Si queremos que eso funcione, tiene que tener un mantenimiento, utilizar pistolas de agua a presión para volver a hacer poroso el material y que no pierda capacidad de infiltración”.

Ángel Lora apunta también a la necesidad de que el material de relleno deje libre un espacio sufiente alrededor del tronco para el crecimiento del árbol. “Si no están constreñidos, tienen cierto margen de maniobra. Si no, tendrán más dificultades”. Y advierte: se trata de seres vivos, con cierto movimiento en su crecimiento y pueden levantar el material de relleno. “ya se hizo hace un tiempo en arroyo de San lorenzo y se fue levantando, rompiendo”, recuerda.

También señala “la diferencia brutal” cuando el material de relleno se usa en alcorques que tienen debajo riego instalado o si se trata de árboles que solo cuentan con agua de lluvia.

Por eso, dependiendo de si se deja anchura suficiente al tronco y si el árbol cuenta o no con riego, el uso de material de relleno en los alcorques “puede condicionar” el desarrollo del árbol.

Este experto aboga por que “los alcorques formen parte también de la jardinería de la ciudad” y se puedan plantar semillas y que prosperen otras plantas en ellos. “Se trata de que el alcorque no solo sea un hueco para el árbol, sino que además estemos hablando de biodiversidad y estética en el viario” de una ciudad. “Si quieres que los alcorques que tengan vida, obviamente esto necesita presupuesto y mantenimiento”.