Las lluvias de Nelson devuelven su esplendor a los Baños de Popea
La lluvia que viene cayendo en los últimos días en Córdoba con motivo del paso de la borrasca Nelson ha resucitado a los arroyos de la Sierra, que sufrían una estampa de sequía prolongada durante los últimos meses. En las últimas horas, el sonido del agua corriendo y la imagen de grandes caños naturales ha vuelto a darse gracias a los frentes lluviosos que atraviesan la provincia en estos días.
Y especialmente notable están siendo los efectos de esas lluvias en el arroyo Bejarano, el arroyo Molino y los Baños de Popea, uno de los parajes naturales predilectos de los cordobeses, que han recobrado su imagen típica con el agua corriendo. Una imagen que no se pudo tener ni con las lluvias del pasado enero y que, ahora sí, ha devuelto el esplendor a la zona, como se puede ver en los vídeos que circulan por redes sociales, grabados por los vecinos de la ciudad.
El arroyo Bejarano es sinónimo de vida para Córdoba. Su inagotable cauce era una de las fuentes de agua de la que ya bebían los habitantes de la Corduba romana. De ahí partía uno de los grandes acueductos de la ciudad patricia. Posteriormente, su caudaloso venero alimentó los jardines de Medina Azahara.
Y hasta hace un siglo, su cauce alimentaba molinos de grano para el pan que daba de comer a los cordobeses. En 2021, por primera vez desde hace décadas, el cauce del Bejarano se secó completamente, signo de una anomalía extrema, ya que el Bejarano era especialmente caudaloso en primavera y verano gracias a los acuíferos que lo alimentaban.
El Bejarano está declarado como una reserva natural fluvial por parte del Ministerio de Medio Ambiente, por lo que su grado de protección es máximo. Su cauce tiene unos 11 kilómetros de longitud y su importancia también es literaria. Este arroyo es uno de los lugares míticos del grupo Cántico, el refugio natural al que acudían los poetas cordobeses cada vez que podían para huir de la ciudad.
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