Emacsa prepara “contadores biológicos” en fosas sépticas de Trassierra para evitar la contaminación de las aguas
El Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) ha tomado conocimiento sobre la propuesta de solución para mejorar la depuración de las aguas residuales en la barriada de Santa María de Trassierra, complementando los sistemas de depuración existentes. Los fallos en la depuración de aguas residuales están provocando episodios graves de contaminación en acuíferos y también en arroyos y ríos de un enclave protegido, como son los Baños de Popea, el Arroyo del Molino y el río Bejarano.
Emacsa ha firmado un convenio con la Fundación Pública Andaluza Centro de las Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA) para estudiar la posibilidad de complementar las instalaciones actuales con los elementos que tecnológicamente aporten mayores garantías, en tanto se ejecuta la solución definitiva, que supone conducir las aguas residuales de Trassierra mediante bombeo a la EDAR de La Golondrina.
En este sentido, Emacsa desarrollará la propuesta del CENTA que plantea la instalación de contactores biológicos rotativos tras las fosas sépticas. Esto supone instalar dos biodiscos en cada una de las instalaciones y un decantador lamelar, dado que los biodiscos se adaptan muy bien a la eliminación de materia orgánica disuelta, como es el caso, giran lentamente sin generar ruidos molestos y es una tecnología bien conocida por Emacsa, ya que está instalada desde hace años en las depuradoras de Cerro Muriano y Santa Cruz.
Obras en Doña Berenguela y San Juan de la Salle
Por otra parte, el Consejo de Administración de Emacsa, presidido por Ramón Díaz-Castellanos, ha aprobado por unanimidad la apertura de expediente para la contratación de las obras de rehabilitación del colector de la calle Doña Berenguela y del colector de la calle San Juan de la Salle, con un presupuesto estimado de licitación de 1.150.823 euros.
Las obras, que contarán con un plazo de ejecución de ocho y seis meses, respectivamente, están motivadas por el deficiente estado estructural que presenta la red de alcantarillado en los tramos señalados, ya sea por antigüedad o por el deterioro que producen las aguas agresivas, o por ambas causas.
La actuación se desarrollará mediante el sistema de tubería curada in situ, con lo que se minimiza el impacto de la obra tanto en la población como en los inmuebles cercanos. La técnica de tubería curada in situ, conocida como CIPP, consiste en la introducción de una manga, formada por un tubo flexible impregnado en resina termoendurecible, que se inserta en la tubería existente, siendo inflada contra la pared interior de la tubería y posteriormente endurecida con la aplicación de calor. El resultado es una nueva tubería que aporta todas las garantías de resistencia ante las cargas a las que va a estar sometida durante su vida útil.
Gracias a esta técnica, que limita las excavaciones a los puntos de entrada y salida de la manga, se reduce la afección al tráfico y a los peatones. Si bien, en este caso, hay pequeños tramos que requerirán su ejecución a cielo abierto, al encontrarse colapsada la tubería, lo que impediría el paso de la manga.
0