El alcalde defiende que suspendió el Pleno para no tener que desalojar a un grupo de jubilados
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, justificó la suspensión del último Pleno municipal ante las interrupciones provocadas por un grupo de jubilados que asistieron para reivindicar mejoras en la sanidad pública y un nuevo centro de salud en Villarrubia. La decisión, según el alcalde, se tomó para evitar un desalojo policial de las personas mayores presentes, que habría sido una medida “más conflictiva”.
Durante el turno de ruegos y preguntas del Pleno de este lunes, Antonio Hurtado, portavoz del PSOE, reprochó al alcalde su “actitud absolutista” y pidió disculpas públicas a los vecinos de Villarrubia por lo que calificó como un mensaje “maquiavélico”. Hurtado criticó que desde el Ayuntamiento se transmitiera la idea de que los asistentes acudieron con la intención de “calentar el Pleno”, cuando en realidad, dijo, se trataba de un acto legítimo de protesta para leer un manifiesto en defensa de la sanidad pública.
“Lo mínimo es escuchar a las personas que vienen a reivindicar sus derechos”, afirmó Hurtado, quien también reclamó mayor diálogo y la implicación de los grupos municipales en la gestión de estas situaciones. “Se tenía que haber evitado el muro con el que se encontraron los mayores en el Pleno anterior”, señaló, calificando la situación como “indigna de una institución democrática”.
Por su parte, Bellido defendió su actuación, subrayando que el Ayuntamiento tiene normas que regulan la participación ciudadana en los Plenos, incluyendo la posibilidad de solicitar intervenciones oficiales cuando se trate de temas colectivos. No obstante, recalcó que “no existe ningún derecho recogido a venir a un Pleno a increpar, gritar o interrumpir”.
El alcalde explicó que, considerando la edad avanzada de las personas presentes, un desalojo por parte de la Policía no habría sido apropiado. “Opté por la medida menos conflictiva, que fue suspender el Pleno y evitar un enfrentamiento mayor”, argumentó.
Asimismo, Bellido aseguró que su decisión estuvo respaldada por el secretario del Pleno y que, en el futuro, ante circunstancias similares, se evaluará si la suspensión de la sesión es la mejor solución. Sin embargo, fue tajante al afirmar: “No voy a permitir que se venga aquí a interrumpir la sesión. No existe ese derecho”.
El alcalde de Córdoba defiende que hay cauces de participación ciudadana que hay que respetar. “Las personas que estaban aquí el otro día tienen todo mi respeto, no son unos delincuentes peligrosos, pero sea quien sea, voy a escuchar su ruego, pero no lo voy a atender”, ha dicho el regidor.
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