IU analiza los retos de la batalla contra la ludopatía y su efecto sobre las generaciones futuras
La dirección provincial de Izquierda Unida en Córdoba ha organizado unas jornadas para analizar las consecuencias que están teniendo la ludopatía y la proliferación de casas de apuestas sobre la clase trabajadora, especialmente en las generaciones más jóvenes, y para conocer las medidas que el Ministerio de Consumo dirigido por Alberto Garzón está impulsando para frenar su alcance.
En el encuentro, celebrado de forma telemática y moderado por el coordinador provincial de IU, Pedro García, han participado el presidente de la Asociación Cordobesa de Jugadores en Rehabilitación (Acojer), Salvador Secilla; y el portavoz de la comisión de trabajo ‘Stop casas de apuestas ’del Distrito Sur, Miguel Ángel Aguilera; y ha contado además con las aportaciones de Carmen Domínguez, miembro de la Colegiada Federal de IU, que ha trasladado el trabajo que se realiza desde Consumo y los retos que se plantean para el futuro.
El coordinador provincial de IU ha lamentado que el problema de la ludopatía, que afecta a cada vez más cordobeses, no ocupe en el debate público el espacio que sí ocupan otro tipo de “problemáticas falsas e interesadas”, como el del supuesto incremento de la ocupación de viviendas. Además, ha destacado el papel jugado por IU en la batalla contra la proliferación de casas de apuestas en la provincia de Córdoba, tanto desde el gobierno, como en el caso del Ayuntamiento de la capital que inició desde la Gerencia de Urbanismo los trabajos en el anterior mandato, como desde la oposición, como en el caso de Lucena, donde el grupo municipal de IU fue determinante para impedir la apertura de nuevos establecimientos.
“El paciente es cada vez más joven”
El presidente de Acojer ha explicado que la entidad trabaja desde 1988 en la prevención de la ludopatía y el tratamiento de las personas afectadas por esta enfermedad, y desde entonces ha podido observar su “preocupante” evolución. En concreto, ha señalado que “el paciente es cada vez más joven”, y que si en los años 90 afectaba principalmente a personas de entre 45 y 50 años, ahora la media de edad “ha descendido hasta afectar a menores de edad, con una media de edad entre
20 y 30 años“. Ha señalado directamente a los lobbys que fomentan ”la heroína del siglo XXI“, que ”a base de abrir casas de apuestas en la misma esquina de un colegio o un centro cívico ponen el anzuelo para que las personas más vulnerables piquen“, y ha pedido recursos para las entidades que luchan contra esta lacra, ya que ”ante la falta de recursos en la Sanidad Pública, los centros de salud derivan a los pacientes a entidades como Acojer“.
Falta de alternativas de ocio
Por su parte, Miguel Ángel Aguilera ha señalado al Distrito Sur y en concreto al Campo de la Verdad como una de las zonas más afectadas por esta problemática y por la proliferación de casas de apuestas, y ha repasado la labor desarrollada por los colectivos vecinales de la zona en los últimos años para exigir medidas a las administraciones públicas. “Es una zona de la ciudad que no tiene espacios deportivos ni de ocio”, ha recordado el portavoz de la comisión de trabajo, y a la vez, aunque “no es el que más casas de apuestas tiene”, sí en el que viven más personas enfermas de ludopatía. De fondo, según Aguilera, hay una cuestión de clase, ya que las personas trabajadoras que habitan este barrio ven en el juego “una solución a su situación de precariedad” que entraña graves riesgos.
Soluciones integrales y coordinadas
Por su parte, Carmen Domínguez, ha explicado que el Ministerio de Consumo que dirige Alberto Garzón ha llevado a la institución una batalla que la sociedad civil organizada lleva años encabezando, y ha valorado el papel jugado por el Partido Comunista y la UJCE para “poner este tema en la agenda”. Esa lucha en las calles “debe continuar”, ya que supone la defensa de un problema que es “de los nuestros, de los de abajo, y que por tanto debemos pelear nosotros”. Para Domínguez, el de la ludopatía no es un problema que una administración pueda resolver sola, si no que requiere “un abordaje amplio en el que se impliquen todas las instituciones y la sociedad al completo”. Se trata, ha destacado, de “un problema sociocultural de primer orden que está afectando a menores, a las generaciones futuras que están considerando que apostar dinero es una forma más de divertirse”.
En este punto, ha señalado la necesidad de reforzar los recursos públicos para la prevención y cuidado de la salud mental, que se encuentra “desabastecida”, como la totalidad de la Sanidad Pública, “tras diez años de recortes” y que ahora se ve afectada además por “una pandemia que tiene agotado a su escaso personal”. Además, Domínguez se ha referido a los avances impulsados desde el Ministerio de Consumo, como la regulación de la publicidad de casas de apuestas o el registro de personas adictas al juego, para cercar una actividad que, ha recordado, está sujeta a una ley “de modificación compleja, lenta y arriesgada” a la que se están incorporando modificaciones que puedan tener un efecto inmediato para la ciudadanía.
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