Demuestran en Córdoba que el calcio puede sustituir al litio en las baterías de los coches eléctricos
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha demostrado a nivel experimental y teórico la capacidad potencial del calcio, menos contaminante y más abundante que el litio, para formar parte de futuras baterías recargables que utilizan los coches eléctricos.
Así lo ha indicado la institución universitaria en una nota en la que ha señalado que el grupo asumió hace unos años el reto de explorar las baterías recargables de calcio en un proyecto liderado por los catedráticos Ricardo Alcántara y Pedro Lavela.
El calcio es un material más abundante que el litio, y podría hacer que las baterías fueran más seguras y de mayor capacidad. Así, este equipo ha estudiado la intercalación del calcio en óxido de molibdenoy ha publicado sus resultados teóricos y experimentales en la revista 'Chemistry of Materials'.
Este trabajo, cuya primera autora es la investigadora de la UCO Marta Cabello, ha permitido avanzar principalmente en la comprensión de las reacciones entre los componentes de la batería, cuando los ánodos son de calcio y los cátodos son de óxido de molibdenoe intercambian iones y electrones para generar energía eléctrica.
Cabello ha explicado que “hemos dado un gran paso al comprobar que el calcio podría funcionar en una batería recargable, pero la recarga aún no es suficientemente eficiente”. En este sentido, para que estas baterías de calcio puedan ser efectivas y, por tanto, puedan comercializarse, es necesario seguir avanzando en la investigación para mejorar la composición de la disolución electrolítica.
Esto requiere probar con diferentes composiciones de sales y disolventes en la proporción óptima, con el objetivo de que el calcio pueda intercalarse mejor y más reversiblemente en el óxido de molibdeno, y que el Ca metal sea compatible con la disolución electrolítica.
El trabajo de investigación que tiene por delante el personal que integra el equipo de la UCO FQM288 de buscar el compuesto químico más idóneo, puede hacerse experimentalmente en laboratorio o mediante cálculos teóricos computacionales, como los que está realizando el profesor Carlos Pérez.
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