Cruz Roja sensibiliza a medio millar de cordobeses sobre las migraciones forzosas

Cerca de medio millar de cordobeses han participado desde comienzos de año en las distintas actividades organizadas desde el área de Cooperación internacional de Cruz Roja para sensibilizar sobre las migraciones forzosas.

A través de talleres y formaciones, testimonios de refugiados, cuentacuentos, yincanas y otras dinámicas de diversa índole, la institución humanitaria trata de dar a conocer una realidad que afecta 244 millones de personas en el mundo y de desmontar, de paso, prejuicios y estereotipos asociados a la población migrante.

Unos objetivos que son la base del proyecto que la entidad, con el apoyo de la delegación de Cooperación del Ayuntamiento de Córdoba, impulsa desde comienzos de año bajo el título de La maleta invisible.

Dicha iniciativa contempla formaciones para el voluntariado que interviene con personas migrantes; actividades de ocio, deportivas y culturales para facilitar la integración de la población foránea; y acciones de sensibilización en centros educativos, asociaciones vecinales y en la propia Escuela de Madres y Padres de Cruz Roja.

“Vivimos en un mundo migrante. Hay más de 244 millones de personas que han emigrado de sus países buscando una vida mejor o, simplemente, una vida. Se trata de un colectivo especialmente vulnerable porque la gran mayoría escapa de situaciones de conflicto o de pobreza extrema”, recuerda José Luis Hitos, responsable de Cooperación Internacional de la institución humanitaria.

Y con La Maleta Invisible -un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Córdoba a través de la convocatoria 2017 de subvenciones para iniciativas de educación para el desarrollo-, Cruz Roja persigue, por un lado, visibilizar esta realidad y, por otro, desmontar falsos mitos, prejuicios y estereotipos que afectan a la vida cotidiana y dificultan la integración de las personas migrantes.

En este sentido, conviene recordar que la organización atiende a día de hoy en la provincia de Córdoba a más de 400 personas refugiadas o solicitantes de asilo, entre las que se encuentran alojadas en centros y las que ya están en pisos de alquiler.

El perfil mayoritario es el de un hombre de alguna de estas nacionalidades: Venezuela, El Salvador, Guinea Conakry, Camerún, Argelia y Ucrania. Aunque hay también muchas mujeres y menores de esos y otra larga lista de países, hasta cerca de una veintena diferentes.

Cruz Roja Española es una de las organizaciones que participan en la gestión del programa de acogida a personas solicitantes de protección internacional en España, financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La intervención consta de varias fases que cubren desde la primera acogida hasta la integración y la autonomía de los participantes, con una duración de 18 a 24 meses.

Para ello, la institución humanitaria diseña itinerarios personalizados de inserción sociolaboral que cubren todas las necesidades básicas de los refugiados y solicitantes de Protección Internacional, ofreciéndoles, entre otros, servicios de apoyo jurídico, psicológico, traducción e interpretación, aprendizaje del idioma, ayudas económicas, formación, orientación e intermediación laboral.

El incremento del número de solicitantes de asilo es uno de los retos, pero no el único. Otro de los desafíos que tiene actualmente la organización es el de poder disponer de voluntariado capacitado para enseñar el idioma a las personas refugiadas y, también, poder contar con pisos de alquiler para estas personas que huyen de la guerra o de la persecución.