Cordobeses atrapados en Bruselas
La familia de un joven de Fernán Núñez que reside en la capital de Bélgica vive separada y en estado de shock los atentados yihadistas que han matado ya a más de 30 personas
La familia de David García, un joven de Fernán Núñez de 36 años que vive en Bruselas, está hoy separada. Él acudió temprano a su puesto de trabajo en la Universidad de Gante, cuando los trenes aún funcionaban. Su mujer, que tenía el día libre, en casa. Y sus dos hijos, de seis meses y dos años, en la guardería. No pueden ir a por ellos. El Gobierno belga ha pedido a la población que se quede donde está, después de los terribles atentados que esta mañana han colapsado la capital europea.
“Estamos bien, pero en estado de shock”, reconoce David García, que raudo ha corrido a las redes sociales a escribirle a todos sus amigos que está bien. Antes, cuando las líneas telefónicas estaban colapsadas, lo hizo con su familia. Llegó temprano a la universidad donde trabaja como geólogo. A las 8:00 de la mañana se produjo la primera de las dos explosiones en el aeropuerto de Bruselas. Poco después, un compañero de trabajo informó a David de lo que estaba pasando y comenzó la locura en la ciudad. Todo el mundo llamando a casa, y mucha gente asustada. “Todos bien. On va bien. We're alright”, escribía en su Facebook David.
“Seguramente hoy me tendré que quedar a dormir aquí, en Gante”, lamenta David, que asegura que las autoridades siguen pidiendo a los habitantes que se queden donde están y que eviten los movimientos. Bruselas es una capital desierta tras los atentados. De hecho, muchos ciudadanos, como David, se están movilizando a través de las redes sociales como Facebook para organizarse y volver a Bruselas a través de coches compartidos.
Facebook, además, ha activado una aplicación para que todos los residentes en Bruselas comuniquen que están bien, sanos y salvos, a todos sus amigos.
Bruselas, mientras tanto, es una ciudad en estado de sitio. Las dos explosiones en el aeropuerto y la tercera en el metro han provocado más de 30 muertos y unos 200 heridos. La Policía busca por toda la ciudad a sospechosos y Francia ha cerrado la frontera con Bélgica. Además, todos los vuelos han sido suspendidos. No hay metro ni trenes. Toda la ciudad está atrapada tras los atentados.
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