Confirmado el récord histórico: Córdoba superó en 2017 el millón de turistas

Córdoba ha vuelto a batir en 2017 su récord histórico de turistas (otra vez y van seis años consecutivos) alcanzando (ya sí) la barrera del millón que rozó en 2016. Según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Córdoba superó en 12.580 turistas la cifra redonda de seis ceros que marca un antes y un después para la industria más boyante de la capital.

En conjunto, los españoles siguen siendo los que más visitan la capital, superando el medio millón (528.005 turistas), pero los extranjeros ya les pisan los talones marcando 484.575 turistas foráneos.

Mayo, con su programación festiva y sus citas como la Fiesta de los Patios, se confirma como el mes de mayor afluencia de visitantes, superando los 57.200 extranjeros y los 52.300 nacionales. Pero llama la atención que el flujo de visitantes se mantiene regular a lo largo del año, sin grandes picos ni valles. Esto ocurre, sobre todo, con los turistas nacionales, que en ningún mes bajaron de las 32.400 personas.

En el caso de los extranjeros, sí hay un descenso más marcado en los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero, pero sin bajar de los 25.000 turistas por mes. Llama la atención en este grupo que se sigan marcando altas cotas de visita incluso en los extremadamente cálidos meses de julio, agosto y septiembre, superando con creces a los turistas españoles en la ciudad.

La cifra del millón de turistas no es baladí y demuestra cómo el sector sigue creciendo en la ciudad. Las visitas a la Mezquita Catedral también están siendo de récord, mes a mes, según los balances que puntualmente envía el Cabildo. Y solo se anota un leve descenso en la llegada de turistas a Medina Azahara, donde siguen las obras en un Salón Rico cerrado y donde sigue habiendo problemas en el acceso a un yacimiento que está a siete kilómetros del centro de la ciudad. Mientras, la construcción de hoteles (hay media decena en obras o en trámite) sigue adelante, como la transformación de antiguas viviendas o casas solariegas en pisos de alquiler turístico.