Más cerca de la meta
Hola de nuevo. Llevamos casi 30 días sin escribir. Ha sido un mes muy complicado para nosotros, sobre todo por el volumen de trabajo que tenemos en estas fechas. Aun así, aquí seguimos, este reto sigue en pie y estamos con más fuerza que nunca.
A día de hoy, estamos bastante más cerca de nuestra meta. Han pasado 6 semanas desde que empezamos el reto, allá por el 26 de febrero. A base de trabajo y constancia hemos bajado 2 kilos aproximadamente por semana. ¡Enrique ha perdido 12 kgs y yo 10 kgs!
A pesar de nuestros más y nuestros menos, estamos comprometidos con el reto y sobre todo con nosotros mismos. Tanto Enrique como yo hemos recibido mucho apoyo de gente que nos conoce y sigue el blog, mucha más de la que pensábamos. Vamos a poner todo de nuestra parte para cumplir con las expectativas.
Como me comprometí en el post anterior, hace 23 días que dejé de fumar. El ejercicio físico me está ayudando mucho a ser consciente de la necesidad del cambio y a liberar endorfinas, sintiéndome mucho mejor cada día. Para una persona tan estresada como yo, dejar de fumar es una odisea. Así que le doy el mérito que tiene.
Empezamos hablando de la alimentación que llevamos durante el reto y el porqué.
Existen dos filosofías en el mundo de la nutrición: la dieta hipocalórica y el equilibrio de azúcar en sangre.
La dieta hipocalórica se centra en la restricción de calorías, sobre todo carbohidratos. Lo que hace es crear un déficit nutritivo y lo utiliza para perder peso. Lo que ocurre es que al perder peso se pierde grasa, pero también en gran medida masa muscular. Esto tiene como consecuencia la ralentización del metabolismo, ya que el músculo es donde se quema la grasa. Al tener menos músculo, menos grasa se quema y, a la larga, el peso que se ha perdido se vuelve a ganar, pero además, el peso que se gana contiene más grasa corporal.
En nuestro caso, trabajamos con el equilibrio de azúcar en sangre. Esto nos permite proteger la musculatura y ayuda a activar el cuerpo para que libere de manera constante la grasa almacenada. Tenemos una alimentación basada en un 40% de carbohidratos complejos con bajo índice glucémico, un 30% de grasa y un 30% de proteinas. La combinación de los tres nutrientes en las porciones e intervalos correctos mantiene un equilibrio adecuado de azúcar en la sangre.
Como os comenté en la última entrada, hoy voy a explicaros en qué se basa nuestra alimentación diaria.
Para nosotros todos los días empiezan con un “potingue” que lleva un poco de agua templada ( 30 segundos de microondas) a la que añadimos limón exprimido, canela en polvo y jengibre. Nuestro entrenador @mastrainer nos comenta la cantidad de beneficios que esto tiene: el jengibre (antioxidante, carminativo, antimicrobiano, expectorante, estimulante, antiinflamatorio, etc), la canela (ayuda en el control de azúcar en sangre, antioxidante, mejora la digestión, expectorante, etc) y el limón (rico en vitamina C, más de 30 compuestos antioxidantes). La verdad es que está bastante malo, pero bueno, no deja de ser un pequeño trago.
A continuación, preparamos el desayuno que normalmente está compuesto por algún carbohidrato complejo (avena), mezclado dependiendo del día con proteina (claras de huevo, atún natural, jamón, pechuga de pavo o pollo...) . Además siempre suele ir acompañado de fruta ( kiwi, piña, arándanos). Y sin dejarnos atrás algo tan importante como las “grasas” (AOVE, frutos secos, aguacate…). Este desayuno de campeones nos deja totalmente saciados.
https://youtu.be/5LTdVok1y7I
A media mañana y media tarde solemos tomar una pieza de fruta (manzana, plátano, fresas ) y algunos frutos secos acompañados de un batido, que nos aporta toda la cantidad de probióticos, prebióticos y proteínas de lenta y rápida absorción.
Nuestras comidas principales contienen los macronutrientes necesarios , siempre dejando de lado los procesados y utilizando alimentos integrales y vegetales (ricos en fibra). Como, por ejemplo , arroz integral, quinoa, patata, legumbres… acompañado de una porción de proteína ya sea carne roja, pescado azul, carne blanca y pescado blanco. Estos dos últimos solemos tomarlos en la noche.
Hay un ingrediente que hemos descubierto ahora y que aparece bastante y es el aguacate. Está muy sabroso y tiene grasa vegetal saludable.
Enrique, al que le pierden las patatas fritas, ha aprendido a hacerlas de forma mucho más sana (se hierven en agua o se cuecen en el microondas, se pelan, se cortan con la forma que cada uno desee y en vez de freírlas, se doran a la plancha con un poquito, muy poco aceite). Según él, saben igual que las fritas, pero son mucho más saludables. Después de la cena, si han pasado más de dos o tres horas y seguimos operativos, podemos tomar otro batido para evitar que pasemos la noche con el estómago vacío.
Por la parte del entrenamiento, podemos decir que todas las sesiones empiezan y acaban más o menos de la misma manera, con un trabajo aeróbico que sirve para subir la temperatura y evitar lesiones de aproximadamente 15 a 20 minutos. La mayor parte de la sesión de entrenamiento se basa en trabajos de fuerza y estabilidad de “Core” (lo que toda la vida ha sido la zona de la barriga, para los que no entendemos). Solemos hacer 3/4 series de entre 12 y 10 repeticiones, dependiendo del músculo que trabajamos. En el próximo post detallaremos mejor el entrenamiento, para no alargarnos mucho en este.
Para terminar, queremos agradecer de nuevo a toda la gente que nos anima a seguir con el reto y nos sigue en cada uno de los post. Prometemos seguir trabajando día tras día para conseguir el objetivo que nos propusimos en febrero.
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