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Perfil estético de los políticos, según el color de sus anagramas (… Y lll)

MADERO CUBERO

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Hoy, la función en la comedia política es otra, y no solo la que tenemos tras las votaciones. Se trata de un análisis psicológico en función de los colores de los anagramas de los partidos políticos y la acción que han transmitido en el psiquis de los votantes para que los eligieran… Y lo quiero hacer ahora “a toro pasado”, para que nadie me tache de influenciar a ninguno y, con ello, le incline a uno u otro partido, que los hay que cogen carrerilla y son como el fuego, que intentan quemar la opinión de los demás a toda velocidad, por cobardía.

¿Qué representan los colores en ellos? ¿Son capaces de atraernos de algún modo? ¿Y qué nos dicen o quieren significar? ¿Están relacionados a sus actitudes y hechos políticos con el color de sus emblemas? ¿Tienen que ver algo con sus promesas electoralistas?

Veamos: En primer lugar, he de deciros que el color es luz, no oscuridad, surgiendo los colores cuando la luz es descompuesta mediante un prisma, como es el de nuestros ojos ( y del cerebro por la retina). Es decir, que se parten o descomponen, como los partidos políticos.

Si analizamos la luz, o su descomposición, veremos los tres colores básicos de primer orden: el rojo, el azul y el amarillo, y después unidos a estos, están los matices o colores de segundo orden, esos otros tres que se forman por mezcla con los anteriores. Son  el verde o mezcla del azul y el amarillo; el morado, que surge de la mezcolanza del azul y el rojo; y el naranja del amasijo del rojo y el amarillo. Visto así, determinaremos que el rojo, el azul y el amarillo son colores auténticos y sin mezcla alguna, al ser de primer orden; y los otros son una ensalada, es decir colores añadidos por descomposición de los primeros. Hecho probado.

Pues bien, analicemos ahora el significado de los colores de los anagramas políticos principales que entran en juego:

  • EL AZUL, el del PP: Me vale, es un bonito y atrayente color, pero lo han jodido al ponerle un pájaro encima de las siglas. ¿Querrán significar que quieren volar alto y al libre albedrio o, por el contrario, que todos sus integrantes son unos pájaros? ¡¡Porque  se ha visto cada cosa en ellos que…!! Por otro lado, y según los psicólogos, el color azul es indicador de ser un aislante mental, el cual se utiliza en decoración para salas donde debe de haber abstracción, es decir, hermetismo, sin que nadie más participe de tal aislamiento pensante, por lo que entiendo no querer hacer partícipe a los demás de sus pensamientos, de su bienestar, de su cerrazón  interna. Quizá por ello, algunos ven su anagrama con unas tijeras, de recortes a su antojo, en vez de un pájaro volando.

El color azul representa al cielo, vale. Pero este color no es real, auténtico y sincero, porque el azul del cielo, pese a ser un color observado, es una ficción, una quimera, una inexistencia absoluta, o dicho de otro modo, una falsedad total, que pertenece, en colorimetría, al extraño naturalal extraño natural, según fondo y mezcla, sin que sea primario. Y esto es un hecho, no una deducción alegre solamente. Además, en el cielo también está el infierno, aunque un poco más abajo, más al fondo, en la parte más cavernícola, donde se mete a los pobres, a los desgraciados, a todos los que quieren, por rebeldía, taparle la boca y, en definitiva, a todos aquellos que no tienen alas, por habérselas recortado, para volar con libertad auténtica, porque no los dejan expresarse por la ley mordaza (lo que niega el avance mediante la queja urbana), tal como las tienen los ángeles…, esos pájaros celestiales que siempre andan escondidos tras el azul celeste, sin que los podamos verlos... volando y alardeando de ostentación dineraria, de poder, de fuerza y de lujos a nuestra costa, siempre a su antojo y gana, entre amiguetes banqueros o solos, y con una contabilidad dual, una buena (a medias) y otra falsa. Ahí está el Bárcenas y lo que suelta por su boca. Datos demostrados.

  • EL ROJO Y EL AMARILLO, del PSOE y el PCE: Son representativos de la vida, del color de la sangre, de la actitud positiva y de la energía, como el fuego. En su contra, el del PSOE contiene el blanco, como si fuera una luz donde se encierran los demás colores…, cuando no es así. Mientras, y contrariamente, el PCE, le añade a su emblema un fondo negro, que es la acabose, lo oscuro, la muerte lenta y agónica.

Por otro lado, a estos partidos les pasa como a la sangre, que analizada puede ser positiva o negativa. O (patatero o Zapatero), que también la hay, incluso contaminada. Y otro pero en el PSOE, su anagrama también conlleva un capullo en blanco y asido fuertemente por una mano jerárquica, ¡así!, como si quisiera estrujarla… con la pretensión de entregarla, al mismo tiempo que atraer… por un voto. Sí, un capullo en blanco todo él, porque se le ve sin fuerza, sin desprender radiaciones-color, menos aún cuando la rosa exhibida debería ser color rosa, como indica su nombre, por lo que en este caso me sobran los demás colores; en cuanto a la mano blanca y no de color carne, es un falsificado colorante inventado, vamos, una farsa, y que yo lo determino, por verlo, como una flojera colorante que habla por sí solo y sola, que la habido, y extensamente. Otro hecho demostrado por cuanto han mermado sus votos.

El partido comunista, tiene dos fondos en su anagrama: el color negro en unos y el amarillo en otros. El negro representa la oscuridad total (en la que está metido), la nada, la terminación despótica: y así les pasa, que no sabe por dónde andan, por lo que chocan (se estrellan) entre ellos mismos, para terminar desunidos y con odios y rencores entre ellos; mientras que el amarillo, que es característico de la alegría, y aún siendo un color primario, en el teatro (y en el resto de artes escénicas) es un color gafado (desde que Molier muriera en escena), así que ¡sape! Y encima amenazando con una hoz y un martillo, toda una ostentación laboral (o del trabajador) más antiguos que una nana. Y lo siento, mi admirado Anguita, que otro gallo cantaría si estuvieras tú al frente de este partido. Está demostrado que has sido lo mejor que ha habido en él.

  • EL ROSA, EL NARANJA Y EL MORADO, DE UPYD, C`S Y PODEMOS, respectivamente: El rosa de UPYD forma parte del morado y del amarillo, independientemente uno del otro (por aclaración con el místico blanco) y es atrayente para esas personas que… ¡hay, que se me dobla la mano!, con los que no comulgo, por su endeblez colorante y de mezcla. El anaranjado de C`S es otra mezcolanza, pero en light, significando atracción, llamada hacia los otros, pero que no me cuela, no me seduce, quizá porque no termina de ser naranja del todo. Me parece que le han dejado caer un poco de azulino claro-claro “pepeista”. ¿Os habéis fijado? Es indeciso, aunque avance, pero a duras penas. Y, el morado de Podemos, que es significativo del luto, del dolor, de lo que hay más allá o detrás de (o de lo que esconden políticamente), o el de la duda (por eso lo han tomado como propio), es el elegido por las embarazadas, de los niños y de los ebrios, según los psicólogos, de que hay después o detrás de ellos. Hacer la prueba con varios colores de lapiceros y dárselo a escoger a estos, que ya veréis como se inclinan, en un 95% de los casos, sobre el morado ante el devenir de lo desconocido. Y yo no estoy embarazado (ni puedo, que soy hombre), ni soy un niño, y menos un chispo descalabrado. También queda probado.

Hemos visto que los colores son inexistentes, de no haber luz. Y no la veo por ninguna parte. Entonces, ninguno me vale. No me alumbran lo suficiente. Por lo tanto, en esto de los colores (políticos) me declaro un insurrecto, un anárquico al completo, sobre todo en los que son de mezcla. No creo en nada más que en los hechos, y a “toro pasado”, como santo Tomás. Pensaré en uno verde, que es un color de esperanza, como lo tiene Andalucía en su bandera, para su lucimiento y a verlas venir. Ahí les queda a todos. Que son los hechos y no las promesas, los amores reales que todos esperamos. Solo me queda que nadie se haya guiado (y equivocado), por los colores de sus anagramas ni por sus promesas electoralistas. Porque, de equivocarse, todos los curritos y buena gente saldríamos perdiendo cantibubi, que no ellos, que son como la banca, que siempre gana. Tengamos esperanza. Y que la luz del conocimiento nos haya alumbrado a todos…

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