Palacio de Congresos: Las modas siempre vuelven
A mediados de los años 80, durante las obras de ejecución del Palacio de Congresos de Córdoba, se sopesó la posibilidad de incrementar sus dimensiones y aforo para lo cual, la instalación de la calle Torrijos debería haber ocupado la superficie de la actual sede de la Filmoteca de Andalucía. Esta propuesta fue entonces desechada por el Presidente socialista de la Diputación, señor Julián Ruiz, quien apostó por una instalación más reducida. Alrededor de 30 años más tarde, tras haber pasado por distintas fases que van desde la construcción de un proyecto faraónico ideado por el renombrado arquitecto holandés Rem Koolhaas hasta la adaptación del infrautilizado Pabellón del Parque Joyero, volvemos a la misma situación de partida y es que, tal como reza el título del artículo, las modas siempre vuelven.
Toda una musa del séptimo arte como Marlene Dietrich llegó a decir que “nos solemos reír de las modas de ayer, pero nos emocionamos con las de antes de ayer, cuando están en vías de convertirse en las de mañana”. No creo que la Consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, señora Susana Díaz, pensara en la actriz de origen germano cuando desempolvaba la propuesta de ampliación de la instalación de la calle Torrijos que, ironías del destino, fue desechada hace seis lustros por un compañero de partido pero, por el contrario, no me cabe la menor duda de que la mano derecha del Presidente del gobierno autonómico sí que aprovechó la ocasión para devolver al Alcalde de Córdoba el golpe político que éste asestó al PSOE durante la pasada campaña electoral, cuando desechó el anquilosado proyecto del Centro de Congresos de Miraflores y abogó por poner en valor el Pabellón del Parque Joyero.
Es una realidad irrefutable que el actual Palacio de Congresos, si bien se ubica en un punto estratégico de la ciudad, hace ya mucho tiempo que presenta un aforo insuficiente para albergar grandes citas congresuales que potencien el sector turístico cordobés. Las soluciones planteadas hasta la fecha no han servido para resolver el problema. El proyecto de Rem Koolhaas para Miraflores, a pesar de haber sido reformado y de que ya ha costado a la ciudad más de 10 millones de euros, decae por su inviabilidad financiera pues su presupuesto, que supera los 60 millones, es prohibitivo en la época que vivimos. Por otro lado, la propuesta del Alcalde, que no supera los 30 millones, difícilmente verá la luz ya que las urnas andaluzas otorgaron al Partido Popular una victoria pero no la mayoría suficiente para evitar un gobierno de coalición entre PSOE e IU por lo que el dirigente popular no obtendrá apoyo alguno del ejecutivo autonómico para materializar su proyecto. Así pues, la ampliación de la vetusta instalación de la calle Torrijos parece ser la solución actualmente más viable pues su coste no llega a los 3 millones de euros y todas las fuerzas políticas, ya sea por convencimiento, ya por necesidad, parecen coincidir en este sentido aunque otorgan a la misma, hasta que la crisis amaine, un carácter de provisionalidad. No obstante, existe un riesgo importante y es que, tal como nos recuerda el vicepresidente de la Federación de Vecinos, señor Emilio Góngora, “en esta ciudad, todo lo que se hace de manera provisional se convierte en definitivo”
En cualquier caso, provisional o no, la ampliación del Palacio de Congresos, de llegar a materializarse, ha de servir para incrementar al máximo posible el aforo de la instalación y, en esta materia, nos hallamos con un nuevo elemento de debate ya que el gobierno del Partido Popular, pasando al contragolpe, ha ofrecido a la Junta de Andalucía un inmueble municipal para trasladar allí la sede de la Filmoteca con el objetivo de que el actual edificio que la alberga se incorpore a las obras de ampliación. A tenor de las declaraciones efectuadas por la Delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, señora Isabel Ambrosio, la propuesta parece haber pillado al ejecutivo andaluz con el paso cambiado ya que su máxima representante en Córdoba no ha sido capaz de dar una respuesta explícita al ofrecimiento, repartiendo responsabilidades entre las Consejerías competentes en materia de Vivienda y Cultura.
Sea cual fuere el proyecto por el que se opte, espero y confío en que Córdoba pueda disfrutar de una vez por todas del Palacio de Congresos que necesita. Asimismo, anhelo una mejor proyección de nuestra ciudad en el exterior por parte de las instituciones y órganos con competencia en materia turística, especialmente del Consorcio de Turismo, pues de nada sirve una instalación, ya sea nueva o remozada, si ésta no se publicita y explota convenientemente.
Por último, para finalizar ya este artículo, quería reseñar el papel jugado por la Confederación de Empresarios, a través de la figura de su Presidente, en todos los proyectos de reforma planteados con independencia del color político que los proponga. Sin entrar a valorar las causas concurrentes, que darían no para un artículo, sino para todo un libro, la presencia del señor Luis Carreto en los entresijos de esta ciudad es todo un clásico y, como ustedes sabrán, a diferencia de lo que sucede con otro tipo de estilos, lo clásico nunca pasa de moda.
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