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Sobre este blog

Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

El presidente está desnudo

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, este jueves en el Parlamento

Alfonso Alba

11 de octubre de 2025 20:01 h

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En Córdoba se le llama el síndrome de la Bombonera. La Bombonera es el nombre que recibe el despacho de la Alcaldía en el edificio de Capitulares. Y el síndrome es aquel en el que el alcalde o alcaldesa empieza a perder la conexión con la calle, a saber el suelo que pisa y lo que está pasando a su alrededor. Puedo dar fe que le ha pasado a bastantes alcaldes y alcaldesas, especialmente al final de su mandato.

No sé si en San Telmo existe un síndrome parecido, pero esta semana el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha dado claros síntomas de padecerlo. O más bien de no manejar toda la información ni saber exactamente qué es lo que está pasando a su alrededor.

El escándalo de los cribados del cáncer de mama es un ejemplo de libro de cómo no se debe gestionar una crisis. No política, que lo es, sino una crisis social y sanitaria. Más allá de las series de televisión sobre política, de los manuales, de las encuestas y de las redes sociales está la gente. Gente que acude al médico, que todavía disfruta de la sanidad pública, en la que confía. O confiaba.

Tratar de controlar esta crisis tirando de manual político es un error. Un solo caso que se haya escapado ya es un escándalo. Una mujer muerta por un diagnóstico tardío es una tragedia. Ya saben, mil muertos es una estadística pero uno solo puede llegar a ser una tragedia.

A estas alturas no sabemos la dimensión real del escándalo de los cribados. Y creo que ni el propio SAS conoce el alcance. Por eso sorprendió tanto que el presidente de la Junta haya decidido ponerse al frente de la crisis con mensajes contundentes, que la realidad aplasta a los pocos minutos. Como el de que no se han derivado mamografías a la sanidad privada. Basta hacer como el compañero Dani Cela y acudir a la plataforma de contratación. Ahí están los contratos. O escuchar a las mujeres atendidas en unidades móviles gestionadas por empresas privadas.

Por eso pienso que en verdad el presidente está desnudo. Juanma Moreno lleva siete años en San Telmo dirigiendo un gobierno que apenas ha tenido sobresaltos, pandemia y listeria mediante. Moreno y su círculo más estrecho ha dibujado a un líder moderado, al político que más se parece a los andaluces al frente del partido que más se parece a la sociedad. Cofrade, andalucista, amante de las tradiciones, sin estridencias, tranquilo, alejado de Vox. Un gobierno que, no lo digo yo, no habría chirriado con otras siglas, como las del PSOE más moderado.

Quizás por eso el PP andaluz ha pecado de triunfalista. O se ha rodeado de gente temerosa de romper con el relato oficial de que todo va razonablemente bien, a pesar de las mareas blancas y verdes, de que las listas de espera son una realidad insoportable y que la sanidad pública no es ni la sombra de lo que fue. Y es esa gente, esos asesores o consejeros, los que no le están contando toda la verdad al presidente.

El cáncer es una enfermedad transversal que afecta a cualquiera. El propio presidente contó el caso de su padre y se emocionó. Y creo sinceramente que esta es una crisis que le está afectando en lo más personal. Pero es bastante probable que esté recibiendo los mensajes equivocados de quien más información tiene. Decir que este es un problema concreto de una unidad específica del hospital Virgen del Rocío de Sevilla es ignorar lo que nos está llegando a los medios de comunicación. O la experencia de muchos ciudadanos. ¿Quién no conoce ya un caso de alguna mujer a la que han tardado tres meses en darle el peor de los diagnósticos?

Pero cuidado. El presidente puede estar desnudo. E incluso hasta cierto punto noqueado. Considerar esta crisis como una oportunidad política es otro error mayúsculo. Y hay quien se alegra. Esta semana en la manifestación de Córdoba hubo mujeres afectadas por el caso de los cribados que salieron de allí indignadas por la actitud de algunos de los políticos, casi más festiva que otra cosa. Muy triste.

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Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

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