Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
Juanma Moreno, la nueva estrella del rock andaluz
Hace una semana y media, el sociólogo Braulio Gómez, de la Universidad de Deusto, me comentaba fuera de micrófono que si había “una sorpresa” en Andalucía él no tenía dudas de que sería “una mayoría absoluta de Juanma Moreno”. Lo entrevisté para saber porqué los pobres no votan y los ricos siempre se movilizan, y porque se trata de uno de los mayores politólogos de España, de esos de los que te puedes fiar porque casi nunca se equivocan.
Braulio no se basaba en intuiciones. Como siempre, se había estudiado las encuestas, especialmente los microdatos del CIS. Y ahí había detectado algo: que Juanma era el presidente favorito incluso para aquellos andaluces que se situaban en el centro izquierda. El relato había calado.
Juanma Moreno es desde este domingo la nueva historia del rock andaluz. El malagueño, aunque nacido en Barcelona en una historia muy andaluza, ha conquistado a casi la mitad de los votantes andaluces, que se dice pronto. Su gestión de la pandemia le llevó a aparecer en casa de los andaluces con un discurso que daba menos bandazos que el del Gobierno y le convirtió en un referente político de primer orden. Pero además captó muy pronto que para consolidar la carambola que lo convirtió en presidente tenía que hacer unas políticas tan, digamos, del PSOE andaluz como la de los últimos años.
Si algo ha aprendido el PP andaluz es en no ser como sus mayores, por mucho que este domingo se jalease a Javier Arenas en la calle San Fernando de Sevilla. Juanma y su equipo entendieron que cuando peor le fue al PP fue cuando el PP fue el PP. Por eso han escondido su logo. Por eso la moderación ha sido su máxima. Y por eso se han acabado pareciendo tanto al PSOE. De tanto hacerles oposición han acabado entendiendo el éxito socialista mejor que los propios socialistas.
Extrañamente, el PSOE ha dilapidado una enorme herencia política y todavía se está preguntando cómo. Casi 40 años en el poder les dejaba un intenso conocimiento de Andalucía y de la administración autonómica. El PSOE mantenía centenares de alcaldías y varias diputaciones. E incluso controlaba el Gobierno de España. Aún así ha sido incapaz de entender qué pasaba en la Junta.
Atacar al PP por pactar con Vox le ha acabado viniendo bien a los populares. El votante ha entendido que lo mejor para que Vox no gobernase en Andalucía era, curiosamente, votar masivamente al PP. Por que los populares no estaban gobernando de una manera muy diferente a como lo haría el PSOE. Y porque, ¿quién es Juan Espadas? ¿El alcalde de Sevilla? Los socialistas, a estas alturas, aún no saben qué ha pasado. No se espera que tomen decisiones. Supongo que a partir de ahora, con una mayoría absoluta del PP que les asegura otros cuatro largos años de oposición, estarán a verlas venir.
Y más allá del bipartidismo, el caos. Ciudadanos se ha evaporado. Los naranjas han implosionado mágicamente. Estaban avisados. Cogobernar significa ser fagocitado por el presidente. Cero sorpresas. Vox, todo lo que sube muy rápido, tiende a bajar con la misma velocidad. El discurso de Macarena Olona ha dado miedo a los andaluces y les ha empujado a otorgar una histórica mayoría absoluta al PP.
Y a la izquierda del PSOE, el caos. La división de Adelante Andalucía y Por Andalucía ha provocado que Juanma Moreno obtenga mayoría absoluta. El PP no podrá agradecerles lo suficiente los servicios prestados las semanas anteriores a las elecciones. La división del voto y la Ley d'Hont ha hecho el resto. Esos votos que se iban a tierra de nadie acababan en manos del ganador, el PP. Y eso es algo que nunca se perdonarán los históricos de Izquierda Unida, los que mantienen un voto muy pegado al terreno y los que aún ganan en una Campiña que cada vez es menos roja.
Adelante Andalucía es una especie de PA de izquierdas. Que sigue sin entender que el nacionalismo andaluz va por provincias. Ni en Almería ni en Jaén han superado el 2%. Salvo en Cádiz y Sevilla, en el resto de provincias han oscilado entre el 4 y el 3%. Definitivamente, el nacionalismo andaluz, si es que existe, es bastante conservador, y lo mismo le da que le defienda Manuel Chaves que Juanma Moreno, que lució su bandera blanca y verde en su comparecencia del domingo para celebrar los resultados.
El andalucismo político es muy cultural e identitario, pero muy minoritario, y difícilmente transformará nada en Andalucía. Al contrario, parece haber llegado más para dividir que para sumar. No sé muy bien si Yolanda Díaz va a poder convencer a Teresa Rodríguez. Lo dudo.
Y con todos estos ingredientes el PP tiene por delante una tarea titánica: gobernar Andalucía con una mayoría absoluta sin hacer las cosas que siempre hace el PP cuando tiene mayoría absoluta.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
0