Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
Una cuestión de fe
Ha sido una noche extraña. El perro ha ladrado a las doce de la noche, a las dos de la mañana y a las seis de la madrugada al borde del infarto. Fuera se ha escuchado una sucesión de explosiones festivas, más Fallas de Valencia que Mariupol, pero ya ha sido imposible pegar ojo.
Por la mañana bien temprano vas a por churros y de paso a sacar al perro, que ha sobrevivido con un nivel de estrés en su cuerpo casi incompatible con la vida. Cuando parece que todo está en orden descubres que en la papelera de la fachada de tu casa hay una catarata de orín seco que no es precisamente de un animal de cuatro patas. Un poco más adelante sigue la fiesta en ese bloque de apartamentos tan cuqui que un inversor restauró y que dedicó a explotarlo en AirBnb. Se oyen gritos de gente divirtiéndose y dándolo todo. Algo más adelante hay un valiente ciclista que ha madrugado para hacer su ruta, pero que no va a llegar. Los cristales rotos de una botella le han rajado la cubierta y otro día será.
Un vecino cabreado escribe en redes sociales. Otro llama a la Policía Local, que le dice que no da abasto, que tienen los efectivos que tienen, que las patrullas han tenido que alargar el turno de noche por que han tenido que acudir a no sé cuántos eventos convocados. Otro obtiene una respuesta parecida de Sadeco. Que sí, que ya van, pero que paciencia. Otro intenta sacar el coche para ir a la parcela a echar el domingo, pero de repente tiene la calle cortada. Por los dos lados. Toca esperar a que pase la procesión. Paciencia.
Mientras, otro vecino exhausto dice que ya basta, se va a Fotocasa a ver cuánto pueden pedir por su casa. Seguro que se lo vende a un fondo de inversión o a un inversor particular para apartamentos turísticos. Total, se están forrando.
Vivir en el casco histórico es un acto de fe. Es muy bonito, todo está muy cerca y además, sobre el papel, es lo más sostenible. Pero la vivienda no es precisamente barata, la movilidad hacia afuera se complica y el descanso es o te unes a la fiesta o la fiesta se une a ti.
No somos ni Venecia ni el centro de Granada, aún. Ni tampoco el barrio de Santa Cruz en Sevilla. Pero estamos en el camino de convertir un lugar mágico y singular, el segundo mayor casco histórico protegido por la Unesco de Europa (tras Bolonia) en un bonito parque temático en el que no cabe ni un turista ni una celebración más, y donde el vecino es lo que menos importa. Total, ¿cuánto aporta al PIB de la ciudad? Eso es lo importante.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
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