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Ilusiones

Carlos Puentes

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Bienvenidos al 2.014, bienvenidos al año de la recuperación. Si lo que dicen los arúspices de las facultades de económicas y otras patrañas es cierto, este año será el de la recuperación. Si lo que dice Naniano I el “No Tan Breve” es cierto, cuando pase un año seremos menos los españoles infelices por no tener hipoteca y más los españoles infelices por justamente todo lo contrario. Estemos de enhorabuena ya que los indicadores de lo macroeconómico por fin tendrán justo reflejo en lo micro, en nuestro bolsillo ¡bravo!.

Lo cierto es que si el año ha acabado con una nefasta racha en lo meteorológico, con uno de los episodios más virulentos y divertidos que se recuerden por aquí, parece que el comienzo de esta nueva era económica tiene visos de querer mantener la sintonía meteorológica del anterior. Si bien se esperan precipitaciones en los próximos días, que en nuestra zona tendrán especial incidencia en la jornada del jueves y el sábado, lo que realmente interesa a los aficionados a la meteo es el comienzo de la segunda quincena del presente mes, cuando la estadística nos dice que la probabilidad de desalojos árticos y siberianos es mayor.

Estamos ya a las puertas de la temporada de nieves y heladas sureñas, rezando a San Cucufato para que el anticiclón de las Azores aísle una bolsa de altas presiones al norte de Islandia, que permita una circulación del norte o del nordeste que traiga hasta la Península los rigores invernales de Siberia. Pero de momento eso sólo es vaga esperanza, como la recuperación económica. Lo inmediato nos dibuja un poderosísimo centro de bajas presiones donde debiera haber altas, que seguirá condicionando la vida meteorológica de buena parte del continente europeo.

Les dibujo, por el norte europeo, borrascón que te crió, mandando frente tras frente hasta tierras que por fechas debieran estar cubiertas de blanco. Al sur, influencia tangencial de los frentes antes dichos. En el caso peninsular, un claro contraste entre la mitad norte y sur, con mayor abundancia de las precipitaciones desde el ecuador hispano hacia arriba. Por aquí sólo nos queda contentarnos con el legajo de los frentes atlánticos que sucesivamente irán barriendo la Península, mientras eso sí, proseguimos en la tendencia de ir entrando en la fase puramente invernal de la circulación atmosférica europea, que alimenta nuestra vaga ilusión de ver blanquear el sur.

Lo dicho amigos y amigas de la meteorología y demás gilipolleces, para el 2.014, lo mismo que para el 2.013, ilusiones, de las unas y de las otras, pero como decía el gran Ivá, “rasionalidá y consiensia libre, que no tendremo arma inmortá, pero lo micos tampoco la tienen y no engañan a los suyos prometiendo el paraiso etelno a cambio duna ristra plátanos”, ilusiones.

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