El laberinto de Fede
Fede Vico, en su debut en Primera División con el Córdoba | MADERO CUBERO
Vico es ahora el otro Fede. El argentino, Cartabia, llegó con honores de estrella y la afición lo acogió como a un mesías. El ídolo del Córdoba es un descarte del Valencia, que lo envió prestado a un recién ascendido para que la joya de Bombal se puliera. Así funcionan las cosas en Primera, donde una castigada clase media y los recién llegados se arremolinan en torno a los clubes grandes, como los pajarillos que picotean migajas encima de los hipopótamos. También llega cedido Vico, el otro Fede, en una curiosa carambola: el club que lo fichó en verano de 2013, el Anderlecht, jamás llegó a alinearle en un partido oficial. Pagó por él 1'5 millones de euros. La entidad blanquiverde cobró aquella cantidad y ahora vuelve a disfrutar de los servicios del jugador, por lo que el negocio ha sido redondo.
Vico es cordobés, del barrio de Ciudad Jardín. El único paisano en la plantilla de Primera llegó el último día del plazo de fichajes, después de haber estado flirteando con el Betis y a punto de enrolarse en el Almería. Estaba loquito por regresar a algún lugar cerca de su casa y, finalmente, lo hizo directamente a su hogar. En El Arcángel le volvieron a ver salir al campo el domingo pasado, ante el Sevilla. Los seguidores batieron palmas en una clara muestra de cariño hacia quien, no hace mucho, era el “chico maravilla” de la casa. Vico tiene sólo 20 años, pero ya tiene mucho mundo corrido.
Vico entró en el minuto 74, apenas unos segundos después de que M'Bia hubiera firmado con un furioso cabezazo un 0-2 que enfrió El Arcángel. Ferrer sacó del campo a Fidel y concedió al cordobés ese momento que hace unos años podía parecer utópico: debutar en Primera con la camiseta del equipo de su tierra. Lleva el número 35 y está en el centro de un laberinto. El primer cordobés que se estrena en Primera División con la blanquiverde en el siglo veintiuno pertenece hasta 2018 al Anderlecht, que confía en que el chico sobresalga en España para recuperarle para la causa o buscarle una buena venta. En junio regresará a Bruselas, donde se escribirá su destino. Mientras tanto, vive con intensidad un año increíble.
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