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Generosidad sin fronteras del Cristo de Gracia

Rafael Ávalos

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La hermandad del Jueves Santo muestra los proyectos a los que apoyó en 2015 con su obra social | La labor de caridad, que llegó a Bangassou, Kenia o Bolivia, además de a la propia Córdoba, vio incrementada su partida en un 20 por 100

Las necesidades pueden ser, y son, diferentes en cada lugar pero no deja de haberlas a lo largo y ancho del planeta. Existen en países subdesarrollados, en los que están en vías de progreso y también, aunque en ocasiones parezca caer en el olvido, mucho más cerca. En las ciudades de España, por ejemplo, o de Córdoba sin ir más lejos hay quien también requiere el apoyo de otros. De aquellos que con un simple gesto de generosidad son capaces de ofrecer la oportunidad de mejorar su día a día. Porque la solidaridad desconoce nacionalidad, raza o religión. Supone la labor en ese sentido un pilar fundamental en la vida de las hermandades en lo que es una actuación de la que en ocasiones poco sabe el común de los ciudadanos y que sin embargo cuenta con una gran importancia. Obras de caridad como las que realiza año tras año la cofradía del Santísimo Cristo de Gracia, que este viernes realizó un acto por medio del cual detalló a sus hermanos los proyectos a los cuales ayudó el recientemente finalizado 2015. O los que en este año inaugurado apenas días atrás podrán seguir adelante gracias a su compromiso.

El escenario elegido fue la casa hermandad de la corporación trinitaria, en la que se dieron cita representantes de la mayor parte de las organizaciones que en 2015 obtuvieron su apoyo. Presentes estuvieron Miguel Aguirre, hermano del Obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, e integrante de la Fundación Bangassou; Daniel de la Torre, miembro del Programa de Cooperación de la Fundación Prolibertas, englobada en la Orden Trinitaria; el director del Colegio Santísima Trinidad (Trinitarios), José Luis Obispo; Jesús Gala, del organismo Más por ellos y de la asociación Córdoba actúa, que comienza a dar sus primeros pasos y por la que también acudió María Mesa. A estas entidades debe unirse Cáritas Parroquial, así como otras y como distintas personas. Lo cierto es que en este capítulo de obra social, la cofradía del Cristo de Gracia extendió su actuación de la propia Córdoba a territorios como Kenia o Bolivia.

La hermandad radicada en la parroquia de Santa María de Gracia y San Eulogio tuvo a bien incrementar en un 20 por 100 el presupuesto en labor social el pasado año. Fue ésta la única partida que creció en 2015 después de que incluso se vieran reducidas otras como la dedicada al patrimonio. De esta forma, destacó el vice hermano mayor y vocal de Caridad de la corporación trinitaria, Álvaro Espejo, esta actuación cuenta con un 25 por 100 sobre la cuenta total. Es, en definitiva, con una cantidad de 12.000 euros -por los 10.000 de 2014-, a la que mayor importe se le ofrece en la cofradía, que también estuvo representada por su hermano mayor, Ricardo Rojas, en un acto que sirvió para conocer de primera mano los proyectos que se llevaron, o llevarán a cabo, gracias a la aportación del pasado año. En Córdoba, sin ir más lejos, la ayuda al Colegio Trinitarios permitió que niños de familias afectadas por la crisis pudieran ir al comedor, contar con material escolar o con uniforme. El director del centro, José Luis Obispo, quiso reconocer “la sensibilidad de la hermandad con las necesidades de la gente del barrio”.

De igual modo lo hizo con los más cercanos la corporación a través de Córdoba actúa, una asociación que se encuentra en vías de constitución pero que ya comenzó a trabajar. En este caso, la participación del grupo joven de la hermandad fue notable con la aportación de doce sacos de dormir para quienes duermen en la calle y de alimentos e incluso algún regalo de Reyes también para ellos. Dos salidas se llevaron a cabo para ayudar a los sin techo en el último mes. Próximo fue el apoyo también a Cáritas Parroquial con aportación económica destinada a comida y la participación activa de los más jóvenes de la hermandad, con recogidas de ropa de abrigo o de alimentos no perecederos. El comedor de los Trinitarios entró en una partida dirigida a la Orden Trinitaria, en la cual se encuadra la Fundación Prolibertas.

“La solidaridad no tiene fronteras” es el lema que quiso resaltar Daniel de la Torre, del Programa de Cooperación del mencionado organismo. Éste desarrolla su labor en la actualidad en diversos puntos de América Latina como Chile, Argentina o Perú. Así como en Bolivia, donde en 2016 podrán continuar 15 niños en el proyecto CECAJOC, Centro de Capacitación para Jóvenes Campesinos, un complejo de alojamiento y formación educativa. La situación es precaria hasta el punto de que esta actuación se encontraba en vías de agotarse, por lo que la aportación de la hermandad del Cristo de Gracia facilitó su continuidad. La asociación trasladó su sede desde Madrid y en la actualidad la tiene en Córdoba. De la Torre señaló que la línea roja, debido a las dificultades para seguir con todas las iniciativas, está en los proyectos educativos, de los que bajo ningún concepto se permitirá su cierre. El CECAJOC se encuentra en la provincia boliviana de Oropeza.

Precaria, mucho, es la situación también de los habitantes de Kenia. En concreto, no son pocas las dificultades que atraviesan los de la población de Tala, en la capital del país africano, Nairobi. Hasta allí se desplazó Jesús Gala como voluntario de la organización Más por ellos. Sobre el terreno, tuvo la oportunidad de conocer las necesidades especialmente de los más pequeños. Estos conocen ya la electricidad y el agua caliente gracias a la asociación con la que trabajó y a la partida que a ésta le entregó la corporación trinitaria. En el mal llamado “continente olvidado” desarrolla también su labor la Fundación Bangassou, con la que la hermandad del Cristo de Gracia mantiene una importante colaboración desde años atrás y que en 2015 recibió 2.000 euros que agradeció Miguel Aguirre, quien destacó que con esta ayuda se da salida a “pequeños proyectos, pero que son proyectos muy importantes”. En este caso, la actuación se desarrolló en la continuidad de las denominadas casitas de la esperanza en la localidad de la República Centroafricana. Unos albergues, que en la actualidad son ocho, que acogen a presos en edad anciana y que en la cárcel vivían situaciones muy desfavorables. La justicia allí no es exactamente justa. Son 40 las personas que reciben el cuidado de religiosas en estas viviendas.

Así las cosas, quedó reflejada la importancia que la obra social de todas las cofradías tiene para muchas personas sea cual fuere su territorio. La hermandad del Cristo de Gracia dedicó también parte de su presupuesto a gente cercana a la parroquia y a la propia corporación que lo necesitó, al Teléfono de la Esperanza o al Seminario Conciliar San Pelagio de Córdoba. También, de otro modo, a la Fundación Mía o que hago, que trabaja en mejorar la vida de niños con enfermedades raras y con la que se contribuyó a través de un acuerdo para la realización de pulseras para la hermandad; o con los mayores de la residencia San Juan de la Cruz, situada junto a la iglesia de San Roque, que disfrutaron con el recital organizado por el coro de la cofradía. La participación fue activa también por parte de su grupo joven y de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de Gracia. En definitiva, la generosidad no tuvo fronteras en 2015. Y no las tendrá tampoco en el presente año.

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