Las colonias Corduba y Gatuna
Han tenido que venir los gatos de Córdoba a levantar la conciencia animalista de los que gobiernan hoy el Ayuntamiento. Eso es muy buena noticia y no falta de polémica pues hay quienes siguen pensando que con los animales se puede hacer cualquier cosa, sobre todo, si estos no poseen dueño y que echarle recursos públicos y tiempo a esto es un mal principio de gobernante.
La reciente remodelación del entorno de Capitulares y la adecuación del Templo Romano de Claudio Marcelo para su puesta en valor que ha determinado que la pequeña colonia de gatos que allí estaba haya sido suprimida y la consiguiente queja de los ciudadanos que la cuidaba, con el beneplácito de los consistoriales, ha podido influir en que se vaya a realizar un estudio por primera vez de las colonias de gatos en la ciudad. Para ello SADECO echa mano a un convenio con la UCO como lo hizo hace poco con el COLVET para las esterilizaciones de los animales adoptables en el Centro de Control Animal (CECA), cuando ya lo tuvo también con la UCO, y que no ha servido de mucho en un programa llamado “Sacrificio cero” que no incluye a los Perros de raza PPP que sistemáticamente son sacrificados ni tampoco a animales no adoptables. Ni tan siquiera en la página web del CECA aparece dicho programa y sus condiciones.
Anteriormente el CECA se dedicaba, según las funciones que se le atribuyen legalmente, a capturar y sacrificar a estos animales en respuesta a denuncias de ciudadanos. “Muerto el perro se acabó la rabia”, esa ha sido la máxima de los responsables del CECA en connivencia con los gestores y presidentes de SADECO durante muchos años. Así lo hicieron por órdenes del concejal Torrico (PP) en 2014 tras detectar una “plaga de pulgas” en la calle Utrera. Ahora el concejal Bellido (PP) pide que se investigue presuntas irregularidades en las adopciones de perros del CECA, pero cuando gobernaban impedían todo tipo de investigación. Recordemos que la Ley 11/2003 de Protección de Animales de Andalucía ha sido incumplida reiteradamente por este organismo dependiente del municipio bajo la sospecha y la falta de transparencia de quienes lo dirigen técnica y políticamente de uno y otro signo político.
Ahora, 13 años después de la Ley que los protege, ha salido un atisbo de racionalidad y compasión impulsado seguramente por la modificación reciente del Consejo Andaluz de Protección de Animales de Compañía (Decreto 525/2012) que le quiere dar más participación a la sociedad civil; ONG dedicadas a protección animal, Criadores y Establecimientos de Venta de animales. Junto a estos los representantes de la Administración local y Autonómica y del Consejo Andaluz de Colegios veterinarios (CACV).
El control de colonias felinas urbanas mediante el método CES (captura-esterilización-suelta) es considerado actualmente el mejor sistema para garantizar el bienestar en los gatos ferales y la buena convivencia entre estos animales y los ciudadanos. Sin embargo, en ocasiones, cuando una colonia felina sin controlar crea un conflicto vecinal por provocar molestias a la población humana, se ha tomado la equivocada decisión de trasladarla a otro entorno. Este intento de eliminar la colonia y reubicarla en otro lugar no soluciona el problema inicial por el llamado “efecto vacío” pero, además puede conllevar graves consecuencias en los animales si no se realiza con la necesaria planificación y bajo la supervisión de expertos a fin de minimizar cualquier riesgo para los animales.
Está avalado por numerosos trabajos de investigación y expertos internacionales, incluido GEMFE (Grupo de Especialistas de Medicina Felina, que trabaja dentro de AVEPA, la Asociación de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales), y respaldado por AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal).
Rafael Alfonso Luna Murillo. Miembro de EQUO y AVATMA
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