Ojos de láser con los que desnudar Córdoba
Hace décadas tenías que tener cierto permiso, o seguir cierto protocolo en Diputación, para adquirir un plano pertinente para estudiar el territorio de Córdoba. Hace años tenías que tener un buen escáner para poder tener planos de edificios romanos que luego poder calcar. Así nos hacíamos las mejores láminas para los trabajos. Me he saltado, otrora maravilla, los años del papel vegetal, de las letras que calcábamos con boli y de la máquina de escribir. Hoy puedes girar Córdoba entera en tu ordenador mientras tomas café. Hace décadas la cartografía era de tutela militar. Hoy día tenemos todos los militares del mundo en nuestro pupitre. Los puntitos blancos de las cámaras térmicas de las películas de Harrison Ford, de la guerra de Irak o de cualquier malo al que mandar un misil, son accesibles con poco presupuesto.
bolimalo
A los alumnos en clase a veces les cuento cómo localiza la Armada italiana las embarcaciones de inmigrantes en el Mediterráneo que vienen allá desde las Sirtes de Eneas; vaya profesor raro de arqueología, que se lee en sus caras: puntito blanco que se ve en una imagen radar tomada a 800 km de altura. Mismo puntito blanco que se ha movido dentro de la lámina negra que es el mar. A ti, puntito blanco perfectamente georreferenciado, corbetas o patrullas te buscan, normalmente de noche. Los capturan de noche porque los radares de apertura sintética ven también de noche, cuando ellos están más perdidos. Antes se vigilaba de día, como antes se escribía con letrasec.
letrasec
Esos satélites radar nos sirven a los arqueólogos para analizar humedades fundamentalmente, y con ellas ríos, murallas, fosos, etc: nos los trajimos a Mellaria una vez. Si, la constelación de satélites espía con sistema radar de apertura sintética más potente del mundo, que es la italiana, miró durante ocho segundos al Guadiato. Ya os lo contaré.
etc:miró
Hoy, como sigue estando desgraciadamente de moda la Córdoba de las parselas ilegales, os voy a hablar de otro recurso: el láser aéreo, que es canela fina para la arqueología.
parselas canela
España es un país que cuando se pone, lo clava (como el Córdoba FutSaL). Tenemos casi todos nuestros datos geográficos en acceso abierto. Por eso prevemos y analizamos y tenemos equipos en análisis de todo tipo de suelos, geologías y geografías que son vanguardia a nivel internacional. Los países con datos en abierto son bastante más felices y crecen bastante más rápido que los que, aún, deben adecuarse a protocolos militares de acceso a la información geográfica: entre ellos algunos vecinos próximos en Europa. España tiene una maravilla que se llama Instituto Geográfico Nacional (ign.es). Y Andalucía tiene otra, que se llama Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (ieca.es).
Entre la administración central del Estado y las Comunidades, es decir, en España (que se tarda menos), se desarrolló en los últimos años un vuelo láser de todo nuestro territorio. Es muy sencillo. Una avioneta ha estado pasando en el año 2016 muchas veces por encima de nuestras cabezas lanzando haces de puntos láser desde un sensor emisor. Esos millones de haces de “luz” contienen millones y millones de puntos con coordenadas de posición. Una vez procesadas esas nubes de puntos, podemos tener imágenes de la orografía que queramos, de mil maneras posibles: para analizar cuencas fluviales, movimientos de tierras, riesgos forestales y, cómo no, la arqueología (y la zonas inundables).
Me he entretenido este tiempo atrás en analizar la Córdoba ibérica y romana procesando y tratando este tipo de archivos. Ver el suelo de Córdoba antes de que no hubiera nadie es viajar en el tiempo. Y dicen que no se puede. Se puede (de nuevo como el Córdoba FutSal). Allí están dos montoncitos, uno en el parque Cruz Conde, otro al lado de la Mezquita, donde turdetanos y romanos fijaron sus sedes. Eso, más o menos lo sabíamos, aunque ahora es como mejor podemos verlo.
montoncitos,
Los que no habíamos visto es que el Padre Baetis venía más para el norte en aquel tiempo. Es decir, que el desnivel de la calle Torrijos, que quiebra a mitad del muro oeste de la Mezquita, es una especie de bajada a la playa. Cuando lleguen al palacio de Congresos, fíjense en los adoquines, que siempre bajos los adoquines sigue estando la playa. Infinitos puntos de luz de un láser aéreo tocaron esos adoquines y nos muestran el relieve. Hemos quitado los edificios, nos hemos quedado con los suelos, los hemos procesado y el río se nos ha venido hacia el norte. Igualmente, parece que nos ha salido un antiguo meandro. A veces admiradores, a veces meandros. Un olvidado y antiguo meandro del río que está bajo Santiago, San Francisco, la Calle Lineros, la Magdalena: el meandro que corresponde al antiguo cauce del río de época antigua.
Padre Baetis
En la Axerquía, es decir desde el Ayuntamiento hasta la el Marrubial, nos ha salido el aluvión. La zona natural de crecidas del río. Ya se sabía, porque miles de millones de limos han sacado los arqueólogos en las excavaciones de estas zonas de la ciudad. Pero cuando uno pasa de verlo en un solar a verlo en media ciudad, se da cuenta del poder del Padre Baetis. Turdetanos y romanos pusieron a Córdoba en alto porque un dios menor las acuciaba. Se defendían del enemigo sí, pero también del agua. Cuando los romanos ampliaron la ciudad hasta el río, tuvieron que vérselas con las aguas. Aún recuerdo cuando trabajaba en la ampliación del Museo Arqueológico de Córdoba y los kilos y kilos de cemento que se perdían en los cimientos sin que solidificaran. Es bueno siempre comprender a los romanos.
Padre Baetis
A turdetanos, romanos y andalusíes deberían comprenderlos, les va mucho en ello, quienes se afanan en construir a la vera del río, como si fuera dulce canción. El río hoy día está capado. Está encauzado, tiene azudes y no bravea como antaño. Con todo ello, sigue siendo río. Viendo las imágenes, quizás se entienda mejor por qué para los antiguos, los ríos eran semidioses: es decir, tenían incontrolable poder y, por ello, se les debía humano respeto. Si no se creen a los antiguos, porque les suena raro: créanse a los puntos del láser aéreo. Algodón puro del s. XXI.
capado.
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