Cuento de Navidad
Apuesto a que casi todo el mundo ha leído Un cuento de Navidad de Charles Dickens… bueno, al menos ha visto la película,… está bien, la película de dibujos animados. Recuerdo una adaptación de la historia protagonizada por Bill Murray (uno de mis actores fetiche), titulada Los fantasmas atacan al jefe, muy divertida , la recomiendo para verla en familia.
El cuento narra la historia de Mr. Scrooge, un hombre avaro , tacaño, de dudosa moralidad y podridamente rico que odia la Navidad, donde su único interés es trabajar para forrarse. Bajo este marco de referencia Scrooge, hombre solitario y sin familia como no podía ser de otra manera, recibe la visita de tres Fantasmas: el Fantasma de las Navidades Pasadas, el Fantasma de las Navidades Presentes y el Fantasma de la Navidades Futuras. Estas visitas provocan una catarsis de tales dimensiones en el protagonista, que despierta de la pesadilla recreada en sus sueños por estos fantasmas, y se transforma en una persona bondadosa y amable. Inspirador ¿verdad?.
Te propongo un juego. Céntrate en un comportamiento, conducta, hábito que en este momento esté limitándote, y desees cambiar sin conseguirlo aún. Imagínate ahora, que estás delante de una sala denominada Máquina del Tiempo. Entras en ella, y se trata de una gran sala de cine con una sola butaca. Te sientas en ella y en el apoyabrazos de tu derecha hay 3 botones: presente, pasado y futuro. Pulsas el del Pasado, y en la pantalla se empieza a proyectar cómo era tu vida 10 años atrás actuando con los mismos comportamientos de siempre, con los hábitos que siempre has querido modificar y no lo has conseguido aún. Cuestiónate el coste que ha supuesto ese comportamiento, el gran esfuerzo que supone cargar con él, qué pudiste haber logrado y no has conseguido, cómo de insatisfecho estás… Fíjate con detalle en lo que ves, en lo que oyes, en cómo te sientes.
En este momento, vuelves a poner la mirada en el apoyabrazos y pulsas la opción Futuro, y en la pantalla de cine apareces dentro de 10 años actuando de la misma manera que los estás haciendo ahora. Siente con detalle todo lo que te disgusta, lo escuchas, lo ves. ¿crees que te lo mereces? ¿puedes soportar el precio de pagar esa conducta? ¿No es suficiente para cambiar? Posiblemente sientas, frustración, odio, decepción. Tómate tiempo para sentirlo y percibir lo que te lleva no cambiar.
La situación anterior hace que pulses el botón del Presente. Y en este preciso momento, decides que quieres cambiar, que empiezas a tomar las riendas de tu vida, y comienzas a modificar aquellos comportamientos y actitudes que te han estado frenando durante toda tu vida. Te sientes feliz, alegre, contento y satisfecho. Siente como si lo estuvieras ya viviendo. Compara como sería tu vida con estos cambios y tómate tu tiempo para disfrutar los beneficios de tu cambio. Un sólo paso más, pulsa el botón del Futuro y experimenta cómo te sentirás dentro de 10 años con los cambios ya asentados y funcionando a pleno rendimiento para ti. Merece la pena y te lo mereces.
Finalmente, vuelves al Presente, y llega el momento de la verdad , el momento de actuar: planificar las acciones que te permitirán alcanzar tu objetivo de cambio. Las personas cambiamos por dos motivos fundamentalmente: por una acontecimiento impactante en su vida o a través de la inspiración. Inspirar, significa “respirar dentro”, insuflar aire, ideas, pensamientos, que propicien una mejor versión de nosotros mismos. Si la Navidad es Inspiración, bienvenida sea, y que dure 365 días. Felices Fiestas. BE TIM.
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