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Deseos veraniegos

Alba Ramos

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Hay que joderse con Quicky. Desperdiciar un deseo en “montañas de Nesquik” es casi tan lamentable como venir del futuro a limpiar una cocina comía de roña (Estrella hija, ya te vale, cansina que eres).

El caso es que aparte de confiar nuestro porvenir a las estrellas fugaces, hay muchas otras alternativas curiosas, absurdas e incluso infames. Sin ir más lejos seguro que anoche mucha gente quemaría sus deseos en las hogueras playeras o urbanas (nada que ver, asumamos que tener playa es otro nivel SUPERIOR, punto pelota) típicas de San Juan y jojo jiji.

Si a alguien se le olvido no hay fallo porque, como decía, podemos pedir un deseo casi cuando a uno le parezca oportuno. Están las pedidas más de fechas señaladas como la soplada de velassoplada en los cumpleaños o el deseo al brindar en Año Nuevo (que, casi seguro, mucha gente ha desperdiciado alguna vez solicitando no morir ahogado con las tres últimas uvas que aún se aglutinan en su garganta), y otras más locas con bases desconcertantes como la movida de pedir un deseo al soplar una pestaña que se te ha caído o cuando ves una matrícula número capicúa que, considero, entraría directamente en la categoría de infames.

Total, que esto no venía a cuento de nada.

En realidad llevo un rato pensando en cosas que pasan en verano, pero como una de ellas era la Baticao se me ha ido la cabeza a la competencia (porque yo era del bando de Nesquik y aquel anuncio me dolió, las cosas como son, aquello ya era pasarse) y de ahí el lío mental este (subir arriba, o mejor ya casi que no).

El caso es que ha llegado esta época de la que me declaro DEVOTA (pero no Lomba, ¡juas!) en la que se suceden genialidades más allá de que haga calor (en serio medios de comunicación, eso NO es noticia).

Desaparecen de las tiendas los Mon Cheri y los Ferrero Rocher, hay dos mil festivales con Vetusta Morla (esto… ¿hola? Creo que deben estar hasta en el cartel de las fiestas de Fernan Nuñez) y los chicos se enamoran por la brisa y el sol y a consecuencia del calor (según vienen comentando desde hace años Sonia y Selena y cientos de personas no fans que entonan SIEMPRE este temazo el primer día que se alcanzan los 20 grados centígrados).

Las terrazas. Buf, qué loca me vuelven las terrazas. Vale que gracias a la ley antitabaco ya hay muchos bares que las mantienen puestas todo el año, pero no es lo mismo resguardarte bajo los calefactores esos de asar pollos que te dejan como si te hubieses fumado tres toneladas de drogaína que gozar del sol abrasador y la inexistente brisilla veraniega. Paraísos mundanos.

Temporada de sombrillas, abanicos e infinito odio para con el que consigue el sitio cercano al ventilador, a nivel culinario también nos da por innovar con el único objetivo de refrescarnos y destrozar alimentos: por más que metamos Coca-Cola en la cubitera del congelador para fabricar nuestro propio polo flash (insisto en que desconozco el término que se usaba en cada comunidad autónoma para este arma mortal que destroza las comisuras de los labios) nunca sabrá igual y en el tema hago helado casero de yogurcasero por meter un Danone en el mencionado electrodoméstico la verdad que casi prefiero no entrar…

Por fin, sólo en verano, tienes la posibilidad de quemarte las plantas de los pies mientras haces cola y rajarte vivo la espalda en las uniones de los tubos de los toboganes, ¡abren los parques acuáticos!

Sandía y Melón (siempre van con Pincho, en serio: matadme) se convierten en los postres estrella y resurge un año más el universo ropa de verano y toda esa gente maravillosa que se compra prendas largas como bañadores o faldas para luego remangárselas constante o permanentemente. Fenomenal. Ideaca la vuestra.

Pero no todo es tan bonito, también perdemos cosas, como ocurre con la vista. Hay varios elementos que provocan la pérdida de visión durante el verano:

  • Los rayos de sol directos a las retinas
  • La sal del mar
  • El cloro de la piscina
  • Las mesas de las terrazas de metal (cuidado que además de provocar ceguera inmediata pueden derivar en quemaduras de tercer grado si apoyas los antebrazos y codos… Vamos a ver, ¿a quién le pareció que ese material era una buena idea?)
  • Algunos posados de celebrities (ojalá os pille una buena ola)

Ahora en serio: ¿alguien tiene una explicación científica de por qué las picaduras de mosquitos vuelven a picar a lo loco cuando cae la noche? ¿Su veneno se reactiva cada 24 horas justas o a qué estamos jugando?

Y eso. Verano.

A todo esto, ¿qué deseo pediríais? 

https://www.youtube.com/watch?v=6fEoTJ7bpjw

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