“Montaña rusa” térmica en la despedida del mayo cordobés

Termina la feria, termina mayo, y comienza el verano cordobés. Con el estreno del nuevo mes el próximo miércoles, Córdoba da comienzo oficioso a la temperada de verano, que se corresponde con la inauguración de la nueva estación climatológica. Lo hará, a diferencia de como ha caracterizado a mayo, recuperando la normalidad térmica. Aunque al termómetro le costará estabilizarse.

La capital y el resto del valle del Guadalquivir se van a abonar a la franja de los 32 o 33 grados durante los primeros días de junio gracias al insistente flujo de poniente que va a imperar sobre buena parte de la Península Ibérica. El responsable de dicho flujo será una borrasca atlántica que va a instalarse entre las Azores y la costa lusa, y será la que mantenga a raya la dorsal anticiclónica hasta comienzos de la próxima semana.

De hecho, el flujo de poniente dejará un inicio de semana relativamente fresco, donde la nubosidad estará muy presente pudiendo incluso dejar algo de precipitación muy débil a primeras horas de la jornada del lunes. Pero lo más destacado para entonces será el descenso de las temperaturas, que gracias a dicha nubosidad y a la entrada de aire más fresco en altura, dejará máximas por debajo de los 30 grados en toda la provincia. El termómetro oscilará entre los 14 a 16 grados de mínima hasta los 24 a 27 grados que se esperan en las horas centrales del día.

Sin embargo, las temperaturas sufrirán un moderado rebote durante la jornada del martes. La mayor estabilidad y la entrada parcial de aire cálido en altura, volverá a elevar el termómetro muy por encima de los 30 grados en el valle del Guadalquivir. Entre las tardes del martes 31 y el miércoles 1 de junio, las máximas volverán a rondar los 34 grados en la capital. En el resto de la provincia ese ascenso de entre 4 a 5 grados llevará el termómetro de nuevo hasta el rango de los 30 grados.

Será a partir de la jornada del jueves cuando el termómetro baje entre dos a tres grados para estabilizarse ya hasta comienzos de la próxima semana. El paso de la borrasca atlántica hasta el interior noroccidental de la Península, además de mantener el termómetro en valores relativamente frescos, podrá dejar un aumento de la inestabilidad que se traduciría en la formación de chubascos y tormentas a lo largo del fin de semana.

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