Trabajo contra el desaliento
En una carrera de fondo como lo es la Segunda A no queda otra que seguir siempre la marcha sin mirar atrás. Sobre todo cuando la situación es tan complicada como la que vive el Córdoba. De ahí que la derrota ante el Getafe (2-0) forme ya parte del pasado para un equipo que comienza la preparación para su próximo duelo liguero, el sábado (18:30) ante el Reus. De cara a ese encuentro, el conjunto blanquiverde trata de evitar el desanimo, principalmente porque en ése tiene el inicio del objetivo que marca en la actualidad Luis Miguel Carrión. El reto no es otro que ganar los tres partidos que faltan en El Arcángel, motivo por el que el cuadro califal regresa a los entrenamientos con la única idea de superar el trance y recuperar la sonrisa. Además de oxígeno en lo que se refiere a la clasificación. Este martes arranca su trabajo contra el desaliento con una sesión suave pero con buen ambiente entre los jugadores. En esta ocasión, sólo se cuentan dos ausencias, las de los lesionados Héctor Rodas y Domingo Cisma.
“Nosotros tenemos tres partidos en casa que tenemos que ganar. Si lo hacemos probablemente estaremos fuera del descenso y es en lo que tenemos que pensar”, afirmó el pasado domingo Carrión tras el choque de Getafe. Con esa mentalidad, el Córdoba volvió a la Ciudad Deportiva Rafael Gómez en una mañana de intenso calor y en la que el equipo debió revisar el último encuentro, ya que llegó a las instalaciones del Camino de Carbonell media hora después de lo previsto -en torno a las once-. La primera sesión de la semana fue de recuperación para los futbolistas que actuaron de titulares en el Coliseum Alfonso Pérez y de mayor carga para los demás. Si bien se desarrolló con suavidad la práctica, que acabó con un partidillo a medio campo entre los jugadores que no estuvieron en el once en el partido del domingo, éste transcurrió con buen ánimo.
El cuadro califal intentó escapar del desasosiego en un entrenamiento en el que Luis Miguel Carrión tomó más protagonismo del habitual y en el que los integrantes de la plantilla se insuflaron aliento. Fue el caso de Juli, muy activo y en todo momento con exclamaciones de ánimo a sus compañeros. En lo que se refiere a la sesión, ésta contó con la participación de la totalidad del equipo a excepción de los lesionados Domingo Cisma y Héctor Rodas. Además, el técnico sumó en esta ocasión a Soler entre los más habituales del segundo conjunto blanquiverde: Marc Vito, Javi Galán, Esteve y Moha Traoré. Por otro lado, la presencia de aficionados fue escasa en el comienzo de una semana en la que la mayor parte de los entrenamientos serán a puerta abierta.
0