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¿Ocho Juegos consecutivos con medalla? El otro reto cordobés en Tokio

Felipe Reyes, en el centro, tras el bronce de Río de Janeiro 2016

Rafael Ávalos

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La incertidumbre acompaña en la definitiva cuenta atrás. Si bien nadie piensa en una medida como ésta, sobrevuela la posibilidad de una cancelación a última hora. Es al menos la advertencia lanzada por el Comité Organizador a principios de semana. No es más que otra consecuencia, en este momento sólo la incógnita, de la pandemia de Covid-19 -y su efecto incluso en la Villa Olímpica-. Pese a todo, el deporte cordobés aguarda expectante a los Juegos de Tokio, donde va a contar con representación -de manera directa- de la mano de Fátima Gálvez y Julia Figueroa. Ambas aspiran, como es lógico, a subir al podio. De conseguirlo, no sólo van a hacer historia a nivel personal sino para la provincia, que puede llegar a las ocho citas consecutivas con un metal -y esto como mínimo-.

Aunque piensen básicamente en sus competiciones y encararlas óptimamente, tanto la tiradora como la judoca tienen la opción de marcar un hito más amplio. Éste es para toda Córdoba, que asiste en Japón a la posibilidad de mantener su exitoso recorrido en las últimas décadas dentro del evento más importante del mundo. Desde Barcelona 1992 no queda el deporte de la provincia sin presea, la intención es que la dinámica no se vea cortada de raíz en Tokio. Dicho de otro modo, son siete los Juegos Olímpicos que se encadenan con presencia en el palmarés. El camino lo abrió, por si alguien no lo recuerda, Rafa Berges. El ex del Córdoba estableció el punto de partida por todo lo alto pues se proclamó campeón con la selección española de fútbol.

Berges fue uno de los componentes de la conocida y reconocida Quinta del Cobi, que se hizo con el título olímpico de fútbol. El oro del exjugador fue el primer metal para el deporte cordobés y con el tiempo, hasta día de hoy, se mantiene como el único trofeo máximo. Nadie pudo igualar el logro en las décadas posteriores, y eso que hubo quien estuvo muy pero que muy cerca. Por ejemplo, Rafa Lozano acarició la victoria final en Sídney 2000. El Balita cayó a los puntos ante el francés Brahim Asloum en el combate definitivo del peso minimosca y hubo de conformarse -como si fuera poco, vaya- con la plata. El boxeador, por cierto, permitió la continuidad en el podio al conseguir el bronce también en Atlanta 1996. Fueron ediciones con sólo una presea, igual que ocurrió en Atenas 2004.

En Grecia el éxito vino con el jinete Juan Antonio Jiménez, que añadió otra plata al historial cordobés. Natural de Castro del Río, el deportista acabó segundo dentro de la competición por equipos. Compartió el logro, por tanto, con otros compañeros, que en este caso fueron Beatriz Ferrer-Salat, Ignacio Rambla y Rafael Soto. Lo cierto es que, a pesar del notable papel del deporte de la provincia en los Juegos Olímpicos, apenas hubo dos ediciones en las que se colgaron dos medallas. Sucedió durante el siglo XXI, en algunas de las citas más recientes. Sin ir más lejos, la anterior a la de Tokio, donde los campeonatos arrancan en apenas un par de días, deparó una plata y un bronce. El más destacado de los trofeos lo obtuvo Lourdes Mohedano, que además se convirtió en la primera mujer en el podio.

La peñarriblense mereció con la selección de gimnasia rítmica, conocida popularmente como Spanish Group, el primero de los escalones. Pero finalmente el jurado apostó por Rusia, aun cuando en semifinales completó una actuación bastante discreta. A ella se añadió entonces el nombre del más galardonado de la historia en los Juegos -y en general probablemente-. Se trata de Felipe Reyes, que disputó su última competición de baloncesto en el mayor evento del planeta con un combinado inolvidable. Aquella tercera posición fue también la tercera subida al podio, ya que en Pekín 2008 alcanzó la plata y en Londres 2012 repitió, en ese caso para impedir que Córdoba terminara sin metal por primera vez en dos décadas. Cuatro años antes, en China, se produjo la otra doble consecución de presea, que fue posible gracias a Víctor Sojo. El de Puente Genil hizo con el segundo puesto con el equipo español de hockey hierba, con el que ya en Atenas estuvo próximo al trofeo el también pontano Edu Aguilar. Revisada la trayectoria, que ésta continúe en Tokio. Es lo que sueñan los amantes del deporte en la provincia, y lo que esperan, por sí mismas además, Fátima Gálvez y Julia Figueroa.

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