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De Onega a Florin… con Cámara en el recuerdo

Florin celebra su gol al Mallorca en la temporada 2015-16 | LOF

Rafael Ávalos

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Aunque pueda parecerlo, no es un adversario habitual. Una situación histórica que en los últimos tiempos varía. Porque desde que de nuevo volviera a serlo es un asiduo en el calendario del Córdoba. El cuadro califal viaja el domingo a Palma para medirse, a partir de las 18:00, al Mallorca, un rival al que visitara trece veces en campeonato de Liga. Las tres más recientes en el último lustro. Y no es la isla un territorio amable para el conjunto blanquiverde, que apenas cuenta con tres victorias por siete derrotas en el cómputo global de enfrentamientos entre ambas escuadras. Eso sí, en tierras baleares tiene uno de sus más gratos recuerdos en Copa del Rey, de la que lograra eliminar a los bermellones allá por la temporada 2001-02. Un hito aquel que mantiene viva la afición al suponer además la segunda presencia en cuartos de final del torneo.

El origen de estos duelos se remonta a más de cuatro décadas antes. Fue la campaña 1959-60 cuando el Córdoba visitó por vez primera la isla. Entonces, como hasta aquel encuentro copero, en el ahora olvidado estadio Lluís Sitjar. Los dos equipos militaban en el Grupo Sur de Segunda y permanecían en una intensa pugna por el ascenso a Primera. El Mallorca se impuso por 0-1, con gol de Laguardia, a tres jornadas para el final de la competición. En la última fecha, los blanquiverdes cayeron en San Fernando y el gato se lo llevaron al agua los baleares. La Real Sociedad, en promoción a ida y vuelta con choque de desempate, acabó después con el sueño de los califales, a los que dirigía un histórico: Roque Olsen. En las temporadas 1962-63 y 1965-66, con el cuadro bermellón en etapa de sube y baja, ambos equipos se vieron las caras en la máxima categoría. Las dos contiendas finalizaron con sendas victorias locales, por 2-0 y 2-1, respectivamente.

Dominaba claramente el Mallorca los partidos ante el Córdoba, que sin embargo en el siguiente dio el golpe. El primero. Fue en la campaña 1970-71, la misma en la que con Pepe Juncosa al frente consiguió su hasta 2014 último ascenso a Primera. Entonces ganó por 0-1 con un tanto en propia puerta de Mariano. En Segunda es donde en más ocasiones se enfrentaron unos y otros, que se vieron otra vez en la 1972-73. El triunfo cayó del lado local de nuevo con un claro 2-0. Aquel duelo fue el precedente del gol de tres puntos de una de las grandes leyendas de la entidad califal. Daniel Onega surgió en la temporada 1973-74 para marcar y dar su segunda victoria a los blanquiverdes en el Lluís Sitjar. El argentino comenzaba ese curso a erigirse como un mito imborrable para la hinchada de El Arcángel, cuyo nuevo estadio va a tener una puerta con su nombre tal y como anunciara el club el miércoles.

Onega, no podía ser otro. Él estuvo presente también en la contienda del campeonato 1974-75, que tan malos recuerdos dejó al Córdoba. Aquella vez hubo empate a uno y despedida hasta la temporada 1980-81, hasta la que no cruzaron otra vez sus caminos los dos equipos. Se midieron aquella campaña en Segunda B, por entonces con dos grupos y ascensos directos. El Mallorca fue campeón del que ambos compartían y los blanquiverdes segundos. Todos fueron felices, pero no en el Lluís Sitjar. Los baleares vencieron por 5-0 en la que todavía hoy es su victoria más abultada. De vuelta a la división de plata, con Cayetano Re aún en el banquillo visitante -antes de ser cesado-, la historia no mejoró demasiado para los califales, que cedieron por 3-0. Y por 2-0 cayeron un curso después, en el último periplo cordobesista en Segunda A durante casi dos décadas.

Comenzó después de este último partido un largo trayecto por el desierto de Segunda B, e incluso Tercera, de un Córdoba que ya nunca regresó al Lluís Sitjar. Son Moix, o Iberostar Estadi algún año, fue el nuevo escenario de los choques con el Mallorca en Palma. El primero tras 30 años tuvo lugar la temporada 2013-14, en la que el cuadro bermellón iniciaba su cuesta abajo después de vivir una época dorada, con presencia en Europa y un trofeo levantado, el de Copa… El conjunto blanquiverde llegó a ganar por 2-0, con tantos de Xisco y Pedro, pero el partido terminó con un empate a dos. Un tal Alfaro jugó con una elástica que no es la actual, de blanco y verde. Así, la tercera y última victoria de los califales no se produjo hasta el curso 2015-16, tras su dura caída desde Primera. Ahí apareció otro nombre significativo, éste para los más jóvenes.

Llegó el Córdoba a Palma entonces con Oltra como técnico y con Florin como estrella. El rumano fue precisamente quien marcó el gol que a la postre dio los tres puntos a su equipo, como cuatro décadas antes hizo Daniel Onega. Una temporada después, la 2016-17, Pedro Ríos equilibró una balanza que había puesto del lado bermellón Lago Júnior (1-1). Pero mucho antes de todo esto otro encuentro jugó el cuadro califal en el feudo del Mallorca. Ocurrió en Copa del Rey y el desenlace fue memorable. Fue ésta la primera vez que Son Moix era el escenario. Eran octavos de final y los baleares tenían que levantar un 2-1 en contra. Estuvieron cerca de lograrlo gracias a un gol de Samuel Eto’o, quien posiblemente suene a alguien. Pero Álvaro Cámara permitió a la afición andaluza vibrar en la lejanía con un tanto tras el descanso. Los blanquiverdes se colaron por segunda ocasión en cuartos, con los mallorquines recién eliminados también de la Copa de la UEFA. Después el Figueres rompió el encanto.

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