La lluvia devuelve el esplendor a los Baños de Popea

Los Baños de Popea han recuperado su esplendor perdido. El tren de borrascas de los últimos días ha devuelto el espectáculo del agua en el cauce de los arroyos del Molino y del Bejarano, que acaban desembocando en el Guadiato, en uno de los parajes más espectaculares del corazón de la Sierra Morena cordobesa.
Las intensas precipitaciones están dejando importantes acumulados en toda la cuenca del Guadalquivir, pero especialmente en las zonas más elevadas de la sierra. La estación de La Jarosa acumula en lo que va de mes 200 litros de lluvia, algo que ha provocado que se abra el pequeño embalse de la zona y que los cauces de todos los arroyos y ríos de la sierra bajen muy alegres.
La ruta de los Baños de Popea, por su cercanía a Trassierra y su accesibilidad, es una de las que más visitantes atrae de toda la provincia. Durante estas jornadas, la zona ha estado casi desierta, salvo por la llegada de algún curioso que se ha asomado a ver el espectáculo de la naturaleza.
Más arriba, el Bejarano también ha recuperado fortaleza. En su primer venero la poza rebosa de agua. Más abajo el caudal se multiplica en su llegada a un ya crecido río Guadiato, que está contribuyendo a elevar el nivel de La Breña II.
Durante la sequía, los Baños de Popea se secaron completamente. El acuífero que lo alimenta de manera perenne se agotó, sobre todo por la cercanía de una multitud de viviendas que disponen de su propio pozo. Ahora, el acuífero ha vuelto a rebosar y se ha convertido en el histórico aljibe que aportaba agua fresca a Córdoba capital.

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