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Iker dice adiós: con una dura tarde en El Arcángel en el recuerdo

Iker Casillas, en la visita del Real Madrid a El Arcángel en 2015 | MADERO CUBERO

24 de enero de 2015. Estadio El Arcángel. Más allá de las cinco de la tarde. El Córdoba recibía al Real Madrid en partido oficial más de 40 años después. Corría el minuto 57 con empate a uno gracias a los tantos de Nabil Ghilas y Karim Benzema. Gunino lanza un balón en largo hacia la carrera de Florin Andone, que pugna la posesión con Varane. El central francés falla en el despeje de cabeza y deja botando el balón dentro del área. El joven ariete rumano, ante la posición adelantada de Iker Casillas, decide realizar una vaselina hacia portería. Los corazones cordobesistas, en un puño. La escuadra de la meta visitante ve como el balón impacta en ella, evitando el gol blanquiverde. Casillas atraparía el balón y el Real Madrid acabaría ganando por 1-2 aquella tarde de invierno.

Ese, seguramente, sea uno de los momentos más tensos del internacional español en su visita a El Arcángel. El arquero, de 39 años, cuelga definitivamente las botas en el Oporto tras 21 años de carrera profesional. El cancerbero de Móstoles solo tuvo la oportunidad de jugar dos partidos en El Arcángel, uno con el Real Madrid ante el Córdoba y el otro, en un amistoso de la selección española ante Japón como preparación para el célebre Mundial en el continente asiático. Las crónicas del momento relatan que fue un partido donde la Roja jugó un partido de mala manera, con muchas ocasiones de gol pero sin acertar ninguna. El encuentro, en abril de 2001, acabó con una corta victoria en el tiempo de descuento a cargo de Rubén Baraja. Previamente, en el minuto 75, Santi Cañizares sería sustituido por un Iker Casillas que ya se postulaba como titular para la cita mundialista de Corea y Japón.

El único partido que ha jugado Casillas con el Real Madrid fue el anteriormente descrito. El conjunto blanco venía de proclamarse campeón del mundo de clubes en Marrakech ante San Lorenzo de Almagro. Con la distinción correspondiente llegaban los madridistas a Córdoba, ciudad que no pisaban para jugar un partido de liga desde septiembre de 1971, cuando el Madrid de Amancio, Santillana y compañía empató a dos gracias a un tanto del cordobesista Cruz Carrascosa. El santo vio cómo perforaban su portería a las primeras de cambio gracias a un gol de penalti del ariete Ghilas. Casillas tuvo bastante ajetreo en su portería con las acometidas de Bebé, Cartabia, Andone y el delantero argelino; fue, en general, un partido gris del Madrid que resolvió la papeleta con un gol de Bale también desde el punto fatídico y con una roja directa a Cristiano Ronaldo mediada la segunda mitad. Casillas, durante esos instantes antes del lanzamiento de la pena máxima, no quiso ni mirar.

En el recuerdo queda el legado de una leyenda del fútbol español, con títulos individuales y colectivos para dar y regalar. El guardameta partícipe de un ciclo dorado de la selección española pone fin a su carrera deportiva con su quinto año en el Oporto, marcado por sus problemas de salud. En cualquier caso, el de Móstoles afronta otras metas fuera de los terrenos de juego con 15 minutos en El Arcángel en un partido amistoso y un más que mal rato con el Real Madrid ante el Córdoba CF. El palo de Andone evitó que el cuadro blanquiverde se llevara los tres puntos, aunque tuvo el honor de marcar ante una leyenda del tamaño de Iker Casillas.

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