Los límites del Guadalquivir a su paso por Córdoba

De pequeños los abuelos nos contaban cómo habían llegado a ver al Guadalquivir casi tapando los ojos del Puente Romano. Rememoraban que había quien tocaba el agua con la mano desde el puente o desde las barandillas de la Ribera. Y era verdad. En el registro histórico de caudales, en Córdoba constan numerosas crecidas. Algunas fueron históricas, como las de febrero de 1963 o marzo de 1947. Y la gran mayoría muy superiores a las de febrero de 2010, la última gran riada de Córdoba, que anegó miles de viviendas construidas en zonas inundables y que no estaban a principios de siglo XX.

El Guadalquivir tiene sus límites y con la tecnología del siglo XXI están bastante claros. Según ha informado la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en Córdoba capital el umbral amarillo es relativamente bajo por la presencia de varias viviendas junto al Aeropuerto muy próximas al río. Cuando el caudal supera los 700 metros cúbicos por segundo en la ciudad, esas parcelas comienzan a inundarse. Desde que comenzó a subir el río las parcelas están precintadas por la Policía Local. El Ayuntamiento insiste en que aunque han sido ilegalmente ocupadas allí ya no vive nadie.

Pero los verdaderos problemas suceden cuando el cauce en Córdoba supera los 1.200 metros cúbicos por segundo. Es entonces cuando comienza a haber problemas en numerosas parcelaciones cercanas al río, no solo en el entorno del Aeropuerto, sino también en las zonas bajas de Alcolea, en El Higuerón, Encinarejo, El Alcaide o Villarrubia. En febrero de 2010, los ingenieros han estimado que se llegó a alcanzar un caudal máximo de 2.400 metros cúbicos por segundo a su paso por Córdoba. Entonces se llegó a calcular que el río podría llegar a los 3.000 metros cúbicos por segundo, pero dejó de llover y la situación se pudo controlar.

Aquella última gran riada no es ni mucho menos la mayor del último siglo. Hay discusiones sobre si la peor del siglo XX fue la de 1963 o la de 1947. E incluso las de 1916 y 1917. En esa época los aforos no eran como ahora, sino que eran los propios ingenieros los que bajaban al río a calcular su altura y de ahí su caudal.

En principio, existe cierto consenso en que el caudal del Guadalquivir alcanzó un caudal máximo en 1963 de 5.400 metros cúbicos a su paso por Córdoba capital. Aquella riada provocó muchos problemas e incluso fallecidos. Se anegó buena parte de la Fuensanta y del Campo de la Verdad. Muchos barrios actuales aún no existían, como El Arenal de la Fuensanta, que habrían quedado bajo las aguas. Ese caudal es más del doble del máximo de febrero de 2010, por alcanzar una perspectiva.

El caudal de 1947 no está claro, aunque se sospecha que pudo ser o similar o hasta superior al de 1963. Entonces, el río alcanzó un caudal de 5.400 metros cúbicos en Peñaflor, cuando en 1963 en este punto se midió un máximo de 4.000. Aguas arriba, los caudales medidos en otros aforos del río Guadalquivir fueron también muy similares, por lo que se estima una riada parecida, aunque sin certeza.

Importantes fueron también las anegaciones de los años diez del siglo XX. Eso sí, en aquellas fechas la cuenca no tenía la cantidad de embalses construidos de hoy día y por tanto la capacidad de retención y control era muy inferior.

A lo largo del siglo XX constan al menos una decena de riadas más importantes que la de febrero de 2010. Son, por ejemplo, las ocurridas en febrero de 1912, en enero de 1915, en diciembre de 1916, en marzo de 1924, en diciembre de 1925, en febrero de 1926, en febrero de 1936, en febrero de 1937, en marzo de 1947, en enero de 1948, en febrero de 1960, en enero de 1961, y en enero y febrero de 1963. El caudal fue muy similar también en la riada de 1996 y 1997, pero sin las construcciones irregulares que proliferaron años después apenas hubo daños.

De momento, marzo de 2025 queda muy lejos de todos estos episodios, pero sí que recuerda que el Guadalquivir sigue siendo el río grande de Andalucía, que se suele despertar de vez en cuando.