La gran crisis: crecen las dudas
Es uno de los instantes más desagradables para quien ocupa un banquillo. Sólo puede empeorarlo una destitución o quizá un descenso. Lo cierto es que resulta poco ameno escuchar como el respetable reclama tu marcha. Es el momento al que se enfrentara el entrenador del Córdoba la tarde del domingo. Raúl Agné vive sus horas más difíciles en el plano personal desde que tomara las riendas del conjunto blanquiverde después de que la afición cantara aquello de “vete ya”. El motivo de la petición no es otro que la gran crisis que atraviesa el equipo, que cierra su peor dinámica de la temporada y de nuevo genera dudas. En realidad, éstas lo que hacen es crecer tras la derrota ante el Cartagena en El Arcángel (0-2).
La situación es compleja este lunes. Durante la noche del domingo hubo una reunión de las más altas instancias para analizar la trayectoria del cuadro califal. También, por ende, para resolver si se hace necesario o no un relevo en el banquillo. Para rematar la faena, el entrenamiento de recuperación se ha celebrado a puerta cerrada. Ahora la pregunta es, ¿resistirá Raúl Agné en el puesto? El aragonés está en la cuerda floja, un hecho éste que ya se producía la pasada semana. Entonces, fueron dos consejeros los que dejaron entrever el descontento de la cúpula de la entidad con el juego y los resultados del equipo tras la derrota ante el Algeciras. Las palabras primero de Adrián Fernández y después de Jesús Coca provocaron el interrogante, que quiso responder con ratificación Javier González Calvo.
Pero todo empeoró durante el duelo con el Cartagena. Tras encajar los blanquiverdes el 0-2 hubo varios momentos en que la grada culpabilizó al técnico. “Agné vete ya”, se escuchó con cierta sonoridad en dos o tres ocasiones. “La gente es libre de expresar lo que quiera, la afición viene a ver ganar a su equipo”, afirmó el de Mequinenza en la rueda de prensa posterior. El hecho es que el hartazgo mostrado por un sector de la hinchada tiene un fundamento. De entrada, la incapacidad del cuadro califal para estar entre los cuatro primeros desde que arrancó la temporada. Cuando parecía afianzarse en zona de play off, tras una magnífica racha de tres triunfos consecutivos, comenzó la actual crisis. Ya la última victoria se consiguió con una imagen discreta en El Arcángel ante el Sevilla Atlético. La versión no mejoró en Cádiz ante el filial amarillo.
Aquel empate fue en tierras gaditanas estableció el inicio de la situación presente. No se tomó del todo negativamente el resultado, sobre todo porque el Córdoba gozaba de la oportunidad de disputar dos encuentros seguidos como local. Esta opción se veía como una hora de la verdad para definitivamente reforzar el papel de aspirante a fase de promoción y al ascenso. Sin embargo, el conjunto blanquiverde fue a menos tanto ante el Algeciras como ante el Cartagena. Apenas sí mostró credenciales para ganar cada uno de esos partidos, que terminó por perder. Fue la derrota ante los rojiblancos la que más dolió, si bien fue este domingo cuando se consumó el peor balance de la campaña. El cuadro califal sólo sumó uno de los últimos nueve puntos posibles.
Tal estadística sólo estuvo a punto de darse al principio del curso, con Enrique Martín todavía en el banquillo, cuando el cuadro califal cerró un ciclo de tres partidos con dos puntos únicamente. Ni siquiera entonces tuvo lugar otro mal apunte. Por primera vez en lo que va de temporada el Córdoba encadena dos jornadas sin marcar. El colmo es probablemente para un buen número de aficionados y al menos parte del consejo de administración, que este bagaje se produce en El Arcángel y en un tramo decisivo del campeonato. Aun así, la cuarta posición continúa próxima, a sólo dos puntos, y restan todavía diez jornadas, suficiente tiempo para reaccionar. Ahora toca prestar atención a las oficinas de El Arcángel para saber qué ocurre finalmente con Raúl Agné.
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